miércoles, 17 de diciembre de 2008

El mercado cultural

"Me he referido en otro momento a los que, abandonados por el espíritu, en lugar de luchar por reencontrarlo, se dedican a ser gestores de su valor de cambio. Hay una manera directa y brutal de referirse a ellos como seres de hecho vencidos por el tiempo. Vencidos por ese tiempo que reduce a las bestias pero, a diferencia de éstas, aterrados por tal caída e intentando encontrar paliativo a la misma entregándose a ese otro universal conversor (con matriz en la cultura y no en la naturaleza) que es el dinero, o si se quiere: entregándose a esa filial del dinero que es la bolsa de los reconocimientos culturales. Sólo ésta legisla en aquellos que quieren ser reconocidos por su espíritu sin contribuir al actual enriquecimiento del mismo. Su cuerpo es entonces no sólo reflejo de la irreversibilidad del tiempo, sino también de su esencial refugio en la mentira"
Del Blog de Demetrio Pin, para el Boomeran(g)

Por suerte el espíritu creador, que en mi caso es solo zafio artesano, discurre paralelo a áquel de las fuentes en que bebe y sin las que nunca hubiera podido articular una sola palabra que merezca la pena una breve atención. Una de ellas es desde hace tiempo el filósofo Victor Gómez Pin, autor del texto anterior. Esas fuentes que te impactan de tal forma que te estimulan a seguir creciendo y te acompañan con su fidelidad y su valentía, abriendo el paso, iluminando y desbrozando el camino. Son a la vez motivo y consuelo. Así que de vez en cuando me gusta trasladar aquí sus palabras porque son capaces de plasmar mis intuiciones de una forma que yo nunca hubiera podido conseguir plasmar. Y porque en eso consiste este blog, en compartir las ideas y emociones. Hay cultura que te hace sentir vivo y por tanto eterno y otra que te hace sentir muerto y por tanto inmerso en el curso envejecedor del tiempo. He ahí los estragos del "mercado cultural". "Navegamos" en sus aguas pero nadando y salvando la ropa, y atendiendo a la recomendación de Bernhardt "vivir entre ruinas pero no de la ruina". Feliz Navidad esdedesear.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Un inicio made in Hollywood

"Permítame que introduzca un concepto en esta coyuntura..."
De la película "Broadway Danny Rose", por Woody Allen

Ésta es la frase con la que Danny Rose (Woody Allen) iniciaba sus diálogos con los mafiosos en los sucesivos enredos de la película. Esta forma inimitable de Woody Allen de conciliar expresiones propias de más selectos auditorios con las de los más estrafalarios "partenaires", nos produce una conmovedora relajación porque consigue reducir a sainete esa cotidianidad de nuestras vidas que deslizamos demasiado habitualmente hacia el drama, sin que nos demos cuenta de que nada es para tanto. Pero aunque empezaba así su intento desesperado de ser entendido, como digo, sin embargo ya no seguía porque las cosas no se ponían como para intentar acuerdos filosofando, había que resolver de forma más inmediata. Supongo que ese mismo empeño (aunque es odiosa la comparación, tan siquiera en las intenciones, con el genio) es el que pongo en estos comentarios y me siento un poco como ese personaje entrañable y tragicómico que casi siempre representa, de mente atribulada, lenguaje caótico y rebosante de sensibilidad que de una u otra forma caminando entre la perplejidad, se conduce irremediablemente a algun escenario final sin satisfacción posible. Y así uno desea iniciar "introduciendo un concepto en la coyuntura" pero la coyuntura es la coyuntura y se resiste a soluciones conceptuales. Aún así "esdedesear", porque voy "ligera de equipaje", como nos decía Machado, libre de todo compromiso con absolutos, agradecida a los sesudos personajes que ya se encargan de la tarea de ilustrarnos y me permito desambular por el lenguaje filosófico que a todos nos pertenece. Ese que hemos olvidado, como presos que somos detrás de los barrotes de nuestra cultura, aquellos presos de la caverna de Platón.

Hablaba del Amor en anteriores entradas y hasta poner el broche final con las palabras que le dedicó Sócrates en "El Banquete", seguiré haciéndolo, sin saber si discurrirá hasta entonces mucho o poco tiempo (como sabeis concedo eternidad a cada minuto luego huelga hablar de esa artificial dimensión). Pero antes recordaré unas palabras del discurso de Pausanias, que participaba en esa reunión de entrañables amigos alrededor de una buena mesa:"No es difícil comprender las leyes que regulan el amor en los demás países, porque son claras y sencillas. No existen más que las ciudades de Atenas y de Lacedemonia donde la costumbre esté sujeta a explicación...." Está claro que los atenienses y lacedemonios ya buscaban explicaciones para "la costumbre", en este caso dirimían qué amor es bueno, bello, malo, adecuado, deseable, y qué leyes lo rigen, en resumen, cómo cabe explicarlo.

Recuerdo algo que me desasosegaba cuando estudiaba. Deseosa como estaba de encontrar verdades absolutas, convencida ya por explicaciones que se me presentaban como dignísimas respuestas a algunos interrogantes, me encontraba con que el propio autor, a estas alturas ya venerado, había tenido una segunda etapa en su reflexión, en ocasiones incluso opuesta en sus conclusiones a la primera, y así conocimos un segundo Heidegger, un segundo Wittgenstein, un segundo Freud, un joven Marx, un primer Hegel. Y con la misma satisfacción que causaba el primer impacto se producía un segundo que poco a poco conseguía impregnar nuestros espíritus, no restando valor al primero sino enriqueciendolo dialécticamente. En eso consiste explicarnos, también el Amor.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

También en busca del tiempo perdido.

Mientras leo "La Recherche" ... quiero compartir una entrada del Blog de Demetrio Pin.

"Retornar desde la noche", por Victor Gómez Pin, extraído de El Boomerang

"He venido enfatizando en estas páginas el hecho de que la tarea ética de narradores y poetas es ayudarnos a recobrar la confianza en el valor de las palabras, y así a intentar enriquecernos a través de ellas, apostando a realizar nuestra propia condición. Pero indicaba que el trabajo de los artistas es consecuencia de una ascesis radical, de una lucha por superar la indolencia, esos momentos en los que las cosas muestran tan sólo su insignificancia, precisamente porque las palabras se hayan privadas de fuerza.
Mas por ello mismo la recuperación por el Narrador de La Recherche de la confianza en el peso de las palabras constituye efectivamente, según su propia expresión, un "retornar desde la noche". Retornar que, para los que seguimos en tal niebla constituye un ejemplo y un envite: "Un paisaje puede ser emocionante, pero una fachada de un Lombardo te dice lo que eres capaz de hacer", escribe Joseph Brodsky en Marca de agua, un libro que también tiene como protagonista a Venecia. Esta frase es como un emblema de la radical singularidad del arte, de su carácter aleccionador en relación al mayor imperativo del ser humano., que no es otro que el de poner todos los medios para que su condición potencial se despliegue y acabe realizándose
."
[Publicado el 09/12/2008 a las 10:27

martes, 9 de diciembre de 2008

El padre adoptivo de cinco discapacitados

26 ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!
De Mateo 23. Evangelio.
Y de la misma manera que una sola hoja no puede ponerse amarilla sin el silencioso consentimiento de todo el árbol, así el malhechor no podrá hacer mal sin el consentimiento secreto de todos vosotros"
De "EL Profeta" por Khalil Gibrán Khalil.

Como no podemos escapar a la vocación estadística de los medios de comunicación esta semana hemos conocido otro dato, el del tanto por ciento de niños adoptados que son devueltos a las instituciones. Creo que merece la pena todavía pensar un momento lo que eso supone para estos niños. Primero han tenido su dosis de conflicto en la familia de origen, una segunda dosis al empezar con una nueva familia y como "no quieres caldo, siete tazas" para que no se priven de nada le devuelven antes de usar. La única reflexión que he escuchado por parte de los expertos (no digo que no haya habido muchas otras que me perdí) es que seguramente haya fallado el mecanismo de selección de padres. Bien, prosigamos. Estábamos hablando estos días de las posibilidades de la "razón" como utopía, como motivo. La razón como un lugar al que aspirar porque, identificado ya el valor del inconsciente, ya estamos advertidos de que éste no tiene el poder de salvarnos, debemos intentarlo por otras vías y solo cabe, en mi opinión la vía racional, sea ésto lo que sea. Pues bien: En nuestra sociedad, en nuestro horizonte contemporaneo, conviven dos tendencias, una es la del aumento de personas que no forman una familia, junto a los que la forman pequeña, bien porque empiezan tarde o porque no desean ampliarla, y otra la tendencia a adoptar niños, internacionales o de la tierra, junto a un número importante de personas que acude a la reproducción asistida. En fin, no hace falta entrar en detalles, esto es lo que hay. Quizás solamente fijarnos en uno ¿llegaremos a legislar (todo acaba siendo objeto de legislación) para que, en aras de la igualdad de derechos todos los padres, es decir los naturales también, puedan éstos dejar en alguna institución a los hijos conflictivos cuando no se vean capaces de continuar con ellos, puesto que no se cumplen las expectativas que tenían sobre ellos cuando nacieron? Al menos se ahorraría mucho dinero en dispositivos varios de control del hijo conflictivo como móviles localizadores, ingenios para descubrir si consumen "sustancias" , cámaras de vigilancia para comprobar si acosan o son acosados, etc. Este tema es muy doloroso y no merece ser tratado con ironía porque es un escándalo para una sociedad civilizada como ésta en la que creemos vivir.
Por el contrario, esta misma semana, he conocido a una persona, a un padre de seis hijos, uno de ellos natural y cinco más en régimen de acogida, los cinco últimos todos discapacitados. Si. Lo conocí cuando, junto con otro padre, aunque éste por su profesión y vocación de maestro de niños discapacitados, estaban ayudando a un matrimonio con su hijo de seis meses que había nacido con un síndrome de especiales penosidades.
¿No progresábamos hacía una sociedad más humana? Se me dirá que lo es, y seguramente es mejor que muchas de las anteriores pero algunas cosas que ocurren en ella son tremendamente indignas y me temo que respondan al mismo "fariseismo" que se denunciaba ya en tiempos del evangelio y, como dice Gibrán, quizás todos somos cómplices.
Peter Sloterdijk, fílósofo alemán actual, en su obra "Parque humano", urge a entablar un debate entorno a una cuestión decisiva para la humanidad: la de qué reglas no puede dejar de imponerse a sí misma (la humanidad) si porfía en el proyecto de ingeniería genética a la vez que sigue interesada en un futuro humano digno... hoy que el nacimiento es objeto de planificación, la muerte se logra dilatar, el cuerpo se ha hecho operable... la sexualidad y la reproducción han dejado de ser sinónimos, los sentimientos se moderan por vía farmacológica; los estados psíquicos se canalizan mediante técnicas químicas y estéticas; el pensamiento lógico, hablar, traducir y otras operaciones mentales pueden ser cifradas mediante cálculos computacionales.." Esdedesear, para que no podamos seguir, entre otras cosas, adoptando niños que luego se pueden devolver en caso de no estar satisfecho.








jueves, 4 de diciembre de 2008

Siguiendo a Savater

"La única función del amor es la de ayudarnos a soportar esas tardes dominicales, crueles e inconmensurables, que nos hieren para el resto de la semana-y para toda la eternidad-"
De Breviario de Podredumbre, por Emile Ciorán.

Vaya por delante que Emile Ciorán es un filósofo que adoro, cuyo pensamiento admiro y de su lectura siempre disfruto. Este fragmento que entresaco azarosamente de una de sus obras es una de las múltiples muestras de su visión escéptica acerca de los problemas que acucian al hombre, "aciaga" dice él. Definición de la función del amor que queremos ver como exagerada, desoladora, fruto de un punto de vista pesimista de la vida. "Si en la jerarquía de las mentiras la vida ocupa el primer puesto, el amor le sucede inmediatamente, mentira en la mentira. Expresión de nuestra posición híbrida, se rodea de una atractivo de beatitudes y de tormentos gracias a los cuales encontramos en otro un sustituto a nosotros mismos" Añade. Desoladoras palabras si, pero hay que decirlas. Valientes palabras que nos dejan al descubierto las entrañas de nuestro ser. Desde la amargura cínica de Cioran hasta la ternura idílica de Walt Disney, pasando por las sugerencias embriagadoras de "Las mil y una noches", todo es amor, lo que importa es la conciencia que tengamos de ello. La conciencia de su inestabilidad. Fernando Savater, filósofo irónico y pesimista, (dos de sus muchas virtudes), realizó en sus tesis doctoral un "Ensayo sobre Ciorán" en el que considera su lectura como un "correctivo y un estímulo necesario para quien sueñe realmente con una función diferente de la sabiduría". Fué un apasionado de Ciorán, lo que no le impidió ser un ejemplo de permanencia en la lucha por la necesidad de la educación del carácter, de la educación en todos los ámbitos desde el familiar al escolar o social, que virtió en sus muchas obras sobre el tema.

Estábamos hablando de la posibilidad de educar, de la posibilidad de educar para el amor, de la posibilidad de educar a través de la razón ¿porque qué otra forma si no? Cabe que nos preguntemos que cosa es la razón, tal como querría Aristóteles, sí, preguntarnos porque aquello que nos resulta más conocido, finalmente, no lo es tanto. Según la definición del diccionario Razón: es la facultad de discurrir, acto de discurrir el entendimiento. Por tanto es una facultad que tenemos, asegurada, por el hecho de ser humanos y una facultad que se corresponde con el entendimiento. Sin meternos ni siquiera en mínimas disquisiciones filosóficas que conceden a la razón la capacidad para deducir, inducir, contradecir, hallar coherencias, etc. ya de todos conocidas, me atrevería a decir que actualmente convocamos el concepto "razón"con un cierto carácter nostálgico, útópico y pudiera haberse convertido más bien en algo a lo que le estaríamos siempre dando esquinazo. Pero por eso mismo, me gusta hablar de ella. Como de todo deseo. Como un lugar (u-topos), al que conducirnos, una perspectiva en el horizonte del paisaje al que poder llegar. Un estado de lucidez, en el que seamos capaces de, aún intermitentemente, discurrir con claridad, despejando las nieblas del hechizo y el delirio de cuando en cuando. La condición esencial de la lucidez es para Ciorán el desgarramiento, no es la conciencia, sino la conciencia de la conciencia.

Bajemos del Olimpo y observemos algunas razones (motivos) para perseguir la utopía sin una nueva tregua, conscientes de la conciencia (efímera) de la sociedad actual que conformamos todos: ¿por qué aumenta el número de embarazos en jóvenes? de abortos? de muertes en la carretera? por qué no se fabrican coches que no alcancen velocidades no permitidas? por qué se pegan, se hieren los que se aman? por qué no se suicida el asesino antes de matar? por qué hipotecamos nuestras vidas por unas paredes y un techo? por qué tememos la muerte? y si es así, por qué fumamos, comemos, bebemos, en exceso, cuando nos advierten de los peligros? Continuemos la lista, se nos ocurrirán cientos de cosas. Todas formarán conciencia de la conciencia. Esdedesear.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Teoría de la amistad

¿Puede decirse que la amistad sea como el amor? ¿Y que, así como los amantes se complacen apasionadamente en ver el objeto amado y prefieren esta sensación a todas las demás , porque en ella, sobre todo, consiste y se produce el amor, de igual modo los amigos aspiran, sobre todas las demás cosas, a vivir juntos?

Dulzuras de la intimidad. Moral a Nicómaco, por Aristóteles.

Cuando escribo ésto una mujer acaba de morir a manos de su pareja que se encontraba en prisión por haber maltrado a su anterior mujer (que se libró por los pelos). El malvado había salido de la carcel en un permiso que le había conseguido la víctima.

Tal como quiero hablar sobre la posibilidad de educar en el amor, en el camino emprendido del "cuidado de si mismo" que Foucault nos recomendaba, prefiero evocar los textos del racional y práctico Aristóteles, yo que tiendo a adherirme a consideraciones psicológicas más cercanas a platonismos que a empirismos, porque educar (si ello fuera posible ) y hacerlo desde la razón requieren una fuerte dosis de optimismo y fe en aquellas formas de comportamiento que harán nuestra vida mejor. Aristóteles escribió bellísimos pasajes sobre cuáles serían las buenas disposiciónes para el amor y la amistad en su Moral a Nicómaco ( tratado de moral considerado el de mayor valor que haya producido la filosofía junto con la Crítica de la Razón Práctica de Kant). No se perdía en abstracciones, quiso pensar "lo que hay", todo lo que hay, en la naturaleza o en el alma y lo dejó todo muy trillado. Esto es lo que hay, hay lo que es bueno y lo que es malo, si queremos ser felices seremos buenos y escogeremos cosas buenas para nosotros. Y aunque no leamos filosofía, somos aristotélicos, lo somos en nuestro lenguaje y en nuestro pensamiento acerca de todo, en nuestra vida cotidiana, aunque creamos habernos diluído en un cómodo escepticismo que así nos va. Todos estaríamos dispuestos a firmar este imperativo tan simple que propone Aristóteles para la felicidad pero luego nos vamos perdiendo por el camino, atajando sin ton ni son, y ya sabemos lo que dice el refrán, y además puede venir el lobo.

Y me callo ya para dejar hablar al Gran Filósofo:

"El amigo de sí mismo y el amigo de los demás. Retrato del hombre bueno y del malo"

Los sentimientos de afección que se tiene a los amigos y que constituyen las verdaderas amistades, tiene su origen, al parecer, en la que el hombre se tiene a sí mismo. Así, se mira como amigo al que os quiere y os hace bien aparente o real, únicamente por uno mismo o también al que desea la vida o felicidad de su amigo sin otra consideración que la del amigo mismo. Esta es la afección desinteresada que sienten las madres por sus hijos, y que experimentan los amigos que se concilian después de alguna desavenencia. También se dice, a veces, que el amigo es el que vive con vosotros, que tiene los mismos gustos, que se regocija con los mismos goces, que se aflige con vuestros pesares, simpatía que se hace notar principalmente en las madres. Veamos algunos de los caracteres por los que se define la verdadera amistad. Estos son precisamente los sentimientos que el hombre de bien experimenta respecto de sí mismo, y que experimentan tambien todos los demás hombres, en tanto que se creen probos y honrados; porque, como ya he dicho, la virtud y el hombre virtuoso pueden tomarse por medida de todas las cosas....Esto es lo propio del hombre honrado: hacer el bien exclusivamente, hacerlo por sí mismo, por la razón de que está en él y constituye la esencia misma del hombre en cada uno de nosotros... quiere continuar viviendo en si mismo, porque encuentra en ello un verdadero placer. Los recuerdos de sus actos pasados están llenos de dulzura, y sus esperanzas respecto de sus acciones futuras son igualmente honestas. Todos estos son sentimientos agradables. Esta multitud de pensamientos llenan su espíritu de las más nobles emociones y se complace en simpatizar sobre todo consigo mismo, con sus propios goces, con sus propios dolores; porque, para él, el placer y la pena se ligan siempre a los mismos objetos y no varían sin cesar de uno a otro... Estas afecciones jamás se producen en los hombres absolutamente perversos y criminales. Puede decirse que apenas se encuentran en los viciosos; ellos están siempre quejosos de sí mismos, desean una cosa y quieren otra, absolutamente como los libertinos que no saben dominarse. En lugar de las cosas que ellos mismos creen ser buenas, prevfieren las son son para agradables, pero funestas. Otros se abstienen de hacer lo que les parece mejor para su propio interés, ya por cobardía, ya por pereza...Los malos pueden buscar personas con quienes poder pasar la vida, pero ante todo, huyen de sí mismos. Cuendo están solos, su memoria no les presenta más que recuerdos dolorosos y para el porvenir sueñan proyectos no menos horribles, mientras que, cuando están en compañía de otro olvidan estas odiosas ideas. No teniendo en sí nada digno de ser amado, no experimentan nigún sentimiento de amor hacia sí mismos... su alma está en constante discordia, y mientras que, por perversidad, tal parte de ella se aflige de las privaciones que se ve forzada a sufrir, tal otra se regocija en sufrirlas... Pero como no es posible sentir a la vez placer y dolor, no tarda en afligirse de haberse recocijado, y hubiera querido no haber gustado semejantes placeres, por los hombres malos están siempre llenos de remordimientos por todo lo que hacen. Así, el malo jamás está en disposición de amarse a sí mismo, porque no encuentra en sí nada que pueda ser amado. Si este estado del alma es profundamente triste y miserable, es preciso huir del vicio con todas sus fuerzas y aplicarse con ardor a hacerse virtuoso, porque sólo así se sentirá uno inclinado a amarse a sí mismo y hacerse amigo de los demás.