jueves, 30 de abril de 2009

La porcina

"..el mundo global nos hace a todos los países partícipes de la crisis, de las gripes y... Del humor negro!! Esta imagen me llegó de Bolivia...
Enviado por Antía.

martes, 28 de abril de 2009

Nada que de ti no salga

"A mi, entre la sombra de Cyrano y las limitaciones de mi talento, no me queda más solución que la muerte."
Edmond Rostand

Volviendo al tema "modelos imaginarios" que permanecen en mí con un agradable recuerdo y hablando, como lo hacíamos ya, de modelos masculinos, hoy os traigo a la memoria un héroe. Cyrano de Bergerac, Savinien para los amigos. No el Cyrano real, que, al parecer, no daba la talla porque aunque era habilísimo espadachín utilizaba sus habilidades al servicio de sus enojos particulares que casi siempre tenían que ver con su prominente nariz. Materialista, muy poco romántico, chapucero y superficialmente ingenioso, dice Jesus Pardo en el prólogo a la edición de Cyrano en Austral). El heroe que me conmueve, que conmovió y conmoverá por los siglos de los siglos, por su romanticismo, su valentía, su humildad y su culto a la libertad, es el personaje inolvidable del drama de Edmond Rostand, uno de cuyos fragmentos os voy a transcribir porque aunque es largo, tantas veces lo leo tantas veces enardece mis más infantiles emociones, es como El Guerrero del Antifaz con vena literaria. Ahora "cuesta abajo en mi rodada", como dice el tango, con las emociones ya maduras puedo comprender también al Cyrano real, que en cierto modo se parece al próximo "modelo" del que hablaré.



Se han compuesto óperas sobre el Cyrano de Rostand y muchas versiones cinematográficas. Solo conozco las de Jean-Paul Rappeneau con el actor Gerard Depardieu, con cuya imagen identifico a Cyrano. De esta película y de este fragmento, aunque abreviado, es el enlace que veis al final.

Lebret.-
Si a reprimirse acertara
tu espíritu..mosquetero
tuvieras gloria, dinero.

Cyrano.-
¿Y a qué precio lo alcanzara?
De qué medios me valdría?
Di. ¿Buscando un protector
y medrando a su favor
cual la hiedra que a porfía
el firme tronco abrazando,
lamiéndole la corteza
suavizando su aspereza,
va poco a poco escalando
la copa?¿Yo así medrar?
¿Yo por astucia elevarme?
¿De mi ingenio no acordarme,
ni con mi esfuerzo contar?
¡Muchas gracias! ¿Dedicando,
como todos, versos hueros
a ignorantes "financieros"
con el de un bufón trocando
y el donaire natural
por la esperanza indecisa
de lograr una sonrisa
de un potentado venal?
¡Gracias! ¿Con la pretensión
de que a su mesa me siente,
arrastrarme, cual serpiente
ante estúpido anfitrión
ejecutar contorsiones
con agilidad dorsal?
¡No, gracias! ¿Original
talento en sus producciones
suponer a un plagiario
y adorar noche y mañana
siempre pronto el incensario?
¿Navegar con madrigales
por remos? ¿Sin rumbo cierto
llegar al ansiado puerto,
los más rudos temporales
despreciando, y las borrascas,
si henchida llevo la vela
de mi frágil barquichuela
con suspiros de tarascas?
¡Muchas gracias! ¿Publicar
versos en casa Sercy
por cuenta propia, y así
fama de autor alcanzar;
y si acierto en un soneto
pagado de la victoria
no aspirar luego a la gloria
de un trabajo más completo?
¿Lograr que diez botarates
en su conclave risible
me proclamen infalible
y aplaudan mis disparates
y temblar interiormente
por las chanzas indiscretas
que dirijan las gacetas
a mi numen impotente,
aunque repita después
que ello no me da cuidado,
porque me he visto citado
en el "Mercurio Francés?
¡Gracias! ¿Que cual necio tema
si otro necio se irrita?
¿Consagrarme a una visita
mejor que a hacer un poema?
¿O,tras mil y mil desgracias
a sueldo hacer memoriales
u otros oficios triviales?
¿Muchas gracias! ¡Muchas gracias!
En cambio.. ¡oh dicha, vencer
gracias al propio heroísmo,
fiando sólo en ti mismo,
o pudiendo siempre a placer
himnos de gloria entonar,
o denuestos proferir,
soñar,despertar, sentir,
lo que es hermoso admirar;
tener firme la mirada,
la voz que robusta vibre,
andar solo, pero libre,
ponerte si ello te agrada,
el sombrero de través,
por un sí o un no batirte,
hacer versos o aburrite,
ser arrogante o cortés;
de la gloria y la fortuna,
sin cuidarte, trabajar,
si te place, en preparar,
lo absurdo...¡un viaje a la Luna!
no escribir nunca, jamás,
nada que de ti no salga,
y modesto, en lo que valga,
pensar que otro vale más;
¡y contentarte, por fin,
con flores, y hasta con hojas
como en tu jardín las cojas
y no en ajeno jardín!
En resumen: desdeñar
a la parásita hiedra,
ser fuerte como la piedra,
no pretender igualar,
al roble por arte o dolo,
y, amante de tu trabajo,
quedarte un poco más bajo,
pero solo, siempre solo.


http://www.youtube.com/watch?v=YZ5vB-iW388

jueves, 23 de abril de 2009

¡Soberbia de mi!

"El ser humano se torna Yo en el Tu. El interlocutor viene y desaparece, los acontecimientos relacionales se condensan y se disipan, y en este cambio, la conciencia del compañero que permanece idéntico, la conciencia del Yo, se ilumina y crece cada vez más... En fin, con toda la seriedad de la Verdad, escucha ésto: Sin el Ello no puede vivir el ser humano pero quien vive solamente con el Ello no es ser humano".
De "Yo y tu" por Martín Buber.

Me creía muy ingeniosa con determinado chascarrillo que, por otra parte mi familia y amigos me reían mucho. Es este, que algunos ya conoceis sobradamente, igual que la anécdota que le acompaña: Con frecuencia , sobre todo en verano, por la belleza de
la puesta del sol y mil cosas más que ya podeis imaginar, frecuento una zona de rocas al borde del mar, desde la que contemplo tanto la bahía como la extensa masa de agua del océano Atlántico. Me pavoneo de haber comprado toda la propiedad que se extiende ante mis ojos, hasta Nueva York en linea recta, cuyo uso y disfrute permito a todos los que lo deseen. Puedo mirar el maravilloso paisaje, respirar el embriagador aire del mar, tirarme en plancha o permanecer absorta, sin gastar un duro, esos duros que han desenbolsado los propietarios de los cotizadísimos edificios de Paseo Marítimo, y sin sufrir los quebraderos de cabeza de notarías, comunidades de propietarios, vecinos, botellones y demás familia.
Cierto dia, excursioneando por la belleza de los Cañones del Sil, en uno de sus miradores, un caballero se dedicaba a la misma con-
templación, cómodamente instalado en una tumbona junto a una caravana que había colocado en el solitario paraje. Como tenía dudas sobre la ruta me acerqué a preguntarle y mantuvimos esta conversación:
-Buenas tardes, da envidia verte, qué buen acomodo encontraste¡
-Buenas, pues si quieres te invito, todo esto que ves es mío hasta donde te alcance la vista. Pasa y disfruta.
Sorprendida por la coincidencia quise devolverle la broma, que yo hasta entonces,¡soberbia de mi! creía solo mía: Pues yo, en Coruña, soy propietaria a mi vez de unos lugares preciosos, te invito cuando quieras, dije entre risas.
- Ah¡ si? Donde? Porque yo allí también tengo propiedades....
Yo y Tu hablaron sobre su común patrimonio regocijándose en Ello. Esdedesear





lunes, 20 de abril de 2009

Herencia y coherencia.

"Desde temprana edad mi padre me tenía acostumbrado a obtener respuestas a mis preguntas y a no tener que hacer nada sin antes haber comprendido su porqué, así fuera el poder suasorio propio de lo procedente. Aleccionado así por mi padre..."
De "Autobiografía filosófica. I. Infancia y juventud." Por Karl Jaspers.


Si hay un placer completo es, para mi gusto, el que te proporciona la lectura de la autobiografía de un personaje que se manifiesta satisfecho y encantado de lo que ha vivido. Eso mismo es lo que se desprende de la que el filósofo Karl Jaspers escribió ya en su vejez,"..quien dirige una mirada retrospectiva a su vida pasada, en particular cuando así lo hace en la vejez.." Así me ocurrió a mi , porque te deja una profunda huella, la que siempre imprime el optimismo de una vida llena de sentido. De sentido, de amor y de filosofía, o de filosofía del sentido, o del sentido de la filosofía, en fin, un tipo estupendo, con un padre estupendo, al menos para él.

Hace muchas entradas (singular división del tiempo virtual) que os comenté, aunque quizás mi aproximación sea un tanto burda, la noción de Leibniz contenida en su "Principio del concepto completo" que en referencia a los individuos concretos proclama que sólo es completo el concepto de individuo cuando en él están comprendidos todos sus acontecimientos. Afirma que el concepto de un individuo incluye todos sus atributos, los del pasado, los del presente y los del futuro, porque ya están en él virtualmente desde su nacimiento hasta su muerte. Es una noción que me convence, porque cualquier término valorativo con el que designemos a alguien, a nosotros mismos, bueno o malo, (si esa convención tiene algún sentido), alcanza su significado conceptual cuando el individuo esté muerto, cuando todo se haya cumplido. Por ahí iban los tiros en la moral homérica, luego algo cambió y se empezó a valorar tanto la intención como los hechos y hoy vemos las cosas de otra forma, a pesar de Leibniz.

Así que, como en el anterior padre que os traje aquí, el de hoy, el de Jaspers en concreto, es para bien o para mal, por el hecho de haber muerto, un "concepto completo", uno de cuyos atributos, en mi opinión, es el de la coherencia, que le lleva a realizar un acto que la confirma, y que Jaspers describe en la siguiente anécdota, que me sorprendió por inusitada. Dice Jaspers:

10. Teología y fe filosófica.
"Cuando empecé a filosofar no imaginaba que jamás pudiera interesarme la teología. Mis clases de psicología de las religiones (1916) me pusieron en contacto con la teología y para informarme estudié una dogmática de Martensen (máxime cuando éste era el gran adversario de Kierkegaard), pero la materia no llegó a captar mi interés verdaderamente.
Cuando era un niño, la religión representada por la Iglesia significaba poco en mi vida. En la escuela se impartían clases de religión., Historia Sagrada, catequismo e historia eclesiástica, e insensiblemente se grababan en el alma infantil determinadas nociones, las cuales, si bien no tenían mayor efecto inmediato, no eran olvidadas. Mi confirmación tuvo las características de un acontecimiento tradicional, sin ningún acento religioso; fue un día de fiesta que me trajo regalos exclusivamente profanos. La instrucción previa nos pareció divertida y ridícula (el pastor describió la topografía del Infierno; haciendo alarde de una imaginación grotesca, contó que el Papa todos los días se trasladaba al Castillo de San Angel para tocar el oro allí acumulado; afirmó que el hecho de no producirse colisiones entre los astros era prueba de que Dios gobernaba el Universo, que gracias a la crucifixión de Jesucristo gozaríamos de la bienaventuranza, etc.) Mis padres hacian caso omiso de la esfera eclesiástica. Lo que sigue servirá para caracterizar la atmósfera en que me criaba:
Cuando era alumno del último grado del colegio-años después de la confirmación. se me ocurrió que un imperativo de veracidad me exigía separame de la Iglesia. Cuando le hablé a mi padre sobre el particular, me dijo más o menos lo que sigue: -Naturalmente , si te parece, puedes dar ese paso, hijo mío. Pero aún no tienes clara idea del sentido de lo que te propones hacer. No estás solo en el mundo. Cada cual también es responsable de los demás, y esto significa que uno no debe hacer lo que se le antoja. La convivencia exige que nos atengamos a determinados órdenes. También la religión representa tal orden. Si la destruímos, abrimos la puerta al mal. Estoy contigo en que a la Iglesia, como a todas las instituciones humanas, va ligada mucha mentira. La cosa cambia acaso cuano uno tiene setenta años. Antes de morir, cuando uno ya no lleva una vida activa en el mundo, está bien que haga tabla rasa y se separe de la Iglesia.
Así lo hizo, en efecto, mi padre cuando tenía más de setenta años. En la oficina eclesiástica rogó que el asunto fuera tratado en forma reservada. Unos días después se presentó el pastor. -Vea usted.-le dijo mi padre-, por usted y por mí mismo es mejor no hablar de esto. Mis argumentos podrían herir sus sentimientos. Total, mi decisión es irrevocable-. Y como el pastor insistiera, mi padre le declaró:- Soy viejo y antes de morir arreglo mis cosas. Lo que enseña y hace la Iglesia rara vez lo he aprobado. Le voy a citar un caso: Hace poco se suicidó un joven. La Iglesia dio una declaración repudiando el suicidio y el pastor denegó un entierro cristiano. Entonces pensé: ¿Qué lo autoriza a adoptar tal actitud, que al muerto ya no lo alcanza y lo único que hace es mortificar a sus deudos? Comprenderá usted que yo quiera evitar toda publicidad innecesaria en conexión con mi decisión de separarme de la Iglesia. Es un asunto estrictamente personal-" ....

¡Qué pofesional!, diría Manquiña. Se podrá coincidir o no con su planteamiento, pero hay que reconocer que coherente con sus convicciones era un rato. Me cae muy bien. Esdedesear


viernes, 17 de abril de 2009

Honrarás a tu padre.


"Mi muerte limpiará tu nombre. Limpia tú luego el mío."

Giuseppe Conlon, 18 de enero de 1980


De "En el nombre del padre", por Gerry Conlon.


Hay una expresión en gallego que dice :"Hay homes, homiños y homelas", al menos yo la recuerdo así de mi infancia. Parece que la intención era de no dejar en buen lugar a algunos hombres, faltos de los atributos de valentía y coraje que debían caracterizarlos como auténticos "machos". Las "excelencias" varoniles varían, al menos en lo superficial, según las épocas. En esta que compartimos hay un asunto, el del honor, que, como mínimo, no está muy de moda, si acaso queda un resquicio en las telenovelas o en los ajustes de cuentas de los mafiosos. Si tuviera que escoger un rasgo admirable en un hombre, en el modelo de hombre que "oh, cristalina fuente... tengo en mis entrañas dibujado" ese sería el del honor. Por eso escogí para charlar con vosotros, a dos modelos de padre porque, a mi entender, el padre es el lugar donde reina la honorabilidad para una mujer. La ley del Padre.


"Mi padre se llamaba Giuseppe, no porque fuéramos de origen italiano, sino porque tenía un padrino italiano... A mi padre le daba verguenza ser el único irlandés del oeste de Belfast que llevaba un nombre italiano... Cuando cumplió treinta años fue a ver al párroco y le preguntó que si podía ponerse el nombre de Patrick Giuseppe. Aunque consiguió cambiarse el nombre, todo el mundo siguió llamándole Giuseppe. .. Tuve una infancia feliz. Mis padres me querían y la comunidad en la que me crié era cálida y afectuosa... él me adoraba. ... tenía un carácter apacible....Mi padre estaba enfermo, aunque yo estaba convencido de que haría lo imposible por sacarme de este problema. No podía imaginarme cuán horriblemente en lo cierto estaba... y reconocí la voz...era la voz de mi padre.. todos fueron arrestados...

Mi padre se movió y , con una mano temblorosa, se quitó la mascarilla.
-Me muero.
-No, no vas a morirte.
-Si, pero no te preocupes. Quiero que me prometas una cosa.
-Si, claro.
...

La vida se le consumía por el esfuerzo que hacía para hablar, pero era tan importante lo que quería decirme que alzó la voz:

-Cuando muera no quiero que agredas a ningún guardia. Quiero que empieces a lavar tu nombre. Mi muerte va a lavar tu nombre, y, cuando tu nombre esté limpio, tu lavarás el mío.
Yo lloraba. Me incliné hacia delante para tocarle con mis dos manos, pero una de mis muñecas seguía esposada a la del guardia. Y entonces mi padre miró a todos los que se habían reunido allí y dijo en voz alta, para que pudieran oírle bien:

-Si alguno de vosotros cree que soy culpable, que me mira a la cara.-Todos agacharon la cabeza-. ¿que se siente al asesinar a una persona inocente?


Qué voy a decir de esta historia que no sepais? Pero es fantástico rememorar la honrada vida de este hombre, Giuseppe Conlon, que reune en su sencilla existencia todas las vicisitudes que pueden poner a prueba a un hombre hasta los más asombrosos límites que se puedan esperar. Ni la pobreza, ni la miseria, ni la enfermedad, ni la injusticia pudieron abatirle. Defendió y protegió , desde su vulnerabilidad, el amor por su mujer, por su familia, por su comunidad, por su fe. Hasta la muerte. Gerry Conlon, su hijo, así lo reconoció, estremece leer su testimonio.

Y hablando de padres, el próximo que os recordaré será otro buen ejemplo. Esdedesear.

P.D. Mi homenaje a Daniel Day Lewis y Emma Thompson, que nos hacen disfrutar tanto. Y por supuesto a Pete Postlethwaite, el gran Giuseppe, en la película.

martes, 14 de abril de 2009

¿Filosofar es no vivir?

"A esta faceta menos explorada he dedicado más de cuarenta años de meditación. Y no evito la exageración aparente, que puede ser fácilmente caricaturizable, pues no pretendo sugerir que pasé cuarenta años en meditación. La exageración no es tal, y creo que podría decir que es una proposición muy exigua, sea quien fuere el sujeto que la confiese, sin metir. Meditar en la función esencial del eros no implica el prestigioso postulado: "Filosofar es no vivir", muy al contrario, esa meditación, que puede empezar con la propia vida, es algo más íntimo, más total y absoluto que el mismo diálogo interior, puesto que en éste- ya que es diálogo, prevalece cierta dualidad, mientras que la meditación del eros puede no ser más que el efecto de una transmutación; lo que resulta, brota, se produce cuando la carne se hace verbo."
Del Prólogo de "Saturnal", por Rosa Chacel.

Hemos estado repasando modelos:...representación abstracta, conceptual, gráfica o visual... más sentimentales que racionales, de mujer, al menos eso es lo que yo quería haberos contado estos días. Pelagia, Karen y Jane, como os dije, son en mi memoria, en mi corazón, el resultado involuntario de un recuerdo selectivo ajeno a mi propia intencionalidad. Ocultos pero eficientes, creo yo. Estuvo muy bien volver a re-cordar. Mujeres de tres épocas distantes en el tiempo, materializando sus existencias en el mismo espacio: El amor. Pero ahora quiero hablaros de una figura de mujer, real, que admiro y respeto y hasta donde puedan separarse esos espacios si ello es posible, situo más en el terreno de la conciencia que de la imaginación. Conciencia de haberla elegido y seguido. Rosa Chacel, mujer, pensadora y escritora, cuya gran personalidad se evidencia en esta entrevista que os remito a continuación. Nada de lo que yo pueda decir añadiría valor a sus palabras. Así que callo porque esdedesear.




http://video.google.com/googleplayer.swf?docid=-1936071397909791596&hl=es&fs=true"

miércoles, 8 de abril de 2009

Al Cesar...

"Dad pues al César las cosas que son del César y a Dios las que son de Dios"
" Porque nada hay encubierto, que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido." Mateo 22: 21 Lucas 12: 48

La Semana Santa llega nuevamente cada año para todos, creyentes y no creyentes, ciudadanos, paisanos, amigos, pobladores de la tierra compartida. A mi particularmente me trae recuerdos gratísimos de aquellos días de mi infancia repletos de actos religiosos, un ir y venir para visitar las iglesias, acudir a las procesiones para ver bailar los tronos, recoger estampitas y caramelos con la ropa de "estreno", con su camisita y su canesú, el zapatito blanco y una nueva diadema.
Eran días de recogimiento y de respeto por el drama de la Pasión que se nos representaba, porque entonces no había escapatoria. Semana y Santa. En la nueva sociedad hedonista que nos hemos procurado quizás no tenga ya, para muchos, más sentido que el folklórico-popular, si acaso sea una ocasión para el consumo en sus variadas versiones, entre las que se encuentra, por ejemplo, seguir viendo una y otra vez, aunque sea de rondón, películas de romanos. La maravillosa Ben-Hur regresa también cada año y Wyler gusta igual a laicos y religiosos, por suerte.

Últimamente se ha instalado en la sociedad un debate que, como quien no quiere la cosa, se está colando sobre posiciones que yo creía superadas y con límites bien definidos, los de la separación entre ciudadanos y creyentes en la esfera pública. Esos límites parece que se están haciendo porosos, o se pretende hacerlos porosos de tal forma que las "verdades" morales de determinadas creencias religiosas quieran adquirir voz y voto en el dominio de lo institucional. ¿Si? ¿No? Por qué si? Por qué no? En todo caso, es un apasionado debate que merece una reflexión profunda que nos haga revisar nuestras propias convicciones. Yo recomiendo la lectura pausada (aunque nos dure hasta la Semana Santa que viene) del cruce de tesis, réplicas y contrarréplicas que el año pasado se trajeron dos filósofos influyentes del panorama mundial, Habermas y Flores d' Arcais, sobre el asunto, publicadas en la Revista "Claves de la Razón Práctica", www.elboomeran.com/nuevo-contenido/134/la-religion-en-la-esfera-publica/. Si resulta pelín denso siempre podemos hacer como me decía mi hijo cuando era pequeño, ante mi extrañeza por haber terminado demasiado pronto de leer un libraco muy ilustrativo de preguntas y respuestas que yo le recomendaba - ¡Mamá, a mi me llega con pensar la pregunta...! Si, verdaderamente ya es bastante y esdedesear.

lunes, 6 de abril de 2009

La voluntad de pronunciar ciertas palabras.


"Las dos aspiraciones fundamentales de la vida humana y por las que, tal vez, merezca que siga ésta fluyendo "entre el silencio de las esferas", son la inteligencia y el amor. Y ello es lo que motiva ese equilibrio que los griegos llamaron eudaimonía-felicidad-. Pero ambos términos han sufrido un deterioro tan creciente, y sus vetas se han cuarteado tanto en la costra de los social, que el mencionarlas arrastra inevitablemnte un regusto humanista y el aire de una consoladora y romántica utopía. Y sin embargo, el miedo a ciertas palabras, metido en las articulaciones de una sociedad deformada, ha de vencerse únicamente con la voluntad decidida de pronunciarlas y, por supuesto, con la de pensar y estructurar las otras que nos encarcelan y reprimen."

De La memoria del Logos". Por Emilio Lledó.

Como tantas generaciones a lo largo de la historia, la mía se movió también entre dos polos en sus usos y costumbres amorosas (inolvidable el libro de Carmen Martin Gaite, "Usos amorosos de la posguerra española"). Por una parte lo propio de la educación cristiana recibida, que incompatibilizaba pasión y matrimonio y que convertía al que cometía adulterio y a la propia adúltera, en personajes más interesantes, y por otra los penetrantes cantos de sirenas que suponían las ideas expuestas por Marcuse en "Eros y Civilización" que nos llegaban "a trancas y barrancas" pero con la fuerza que tiene todo lo que intenta acabar con las barreras de la hipocresía social. Ser una mujer liberada era "lo más". Al abrirse las compuertas de la represión, si acaso en lo físico, la fuerza del torrente nos arrastró y, al tiempo que limpiaba de ignominia el oscuro paisaje iba también disolviendo a su paso algo más que restricciones, destruyó los cimientos sólidos sobre los que fundar la pareja humana que, como en un nuevo paraíso terrenal tuvo que arreglárselas para encontrar la senda segura y así lo hicimos con mejor o peor fortuna.


Leer novela romántica estaba mal visto y de hacerlo, mejor ocultarlo. Eso me ocurrió con "Jane Eyre", su protagonista respondía a todos los tópicos que enardecían mi sensibilidad, la lucha entre el bien y el mal, la energía interior que proviene de la belleza del espíritu triunfando sobre los aspectos terrenales como corresponde al respeto por todos los códigos de valores victorianos. "Estaba en mi casa, que al fin pude encontrar. Al pronto me pareció una choza, una humilde casita con las paredes enjalbegadas y el piso de tierra. Por todo mobiliario poseía cuatro sillas pintadas, una mesa, un reloj, un armario, dos o tres fuentes y platos y un juego de té de loza de buena clase en la cocina. Y en el piso de arriba, una alcoba del mismo tamaño con una cama y una cómoda, pequeña; pero de sobra para guardar mis escasas ropas, que el cariño de mis generosas amigas me había proporcionado, y que consistían en un modesto ajuar de todas las prendas necesarias." Este modelo de autosuperación, desde la infancia desgarrada con los perversos familiares y la vida miserable en el orfanato de Lowood, que enamora a Edward Róchester, representante máximo de la fuerza varonil, de la posición social inalcanzable y de la más absoluta arrogancia, me conmovía hasta el extremo y se me presentaba como el modelo imposible, imposible al menos contárselo a nadie"Tengo que cuidar de mi misma; cuanto más solitaria, más aislada, más abandonada me vea, más he de respetarme. He de guardar las leyes dadas por Dios y sancionadas por los hombres; tengo que seguir lo que consideraba mis principios cuando estaba en mi sano juicio, no lo que se me ocurra ahora, que estoy loca. Leyes y principios no sólo han de guardarse mientras no exista tentación alguna, sino que es en los momentos de prueba y desaliento cuando el cuerpo y el alma se rebelan contra sus rigores, y entonces es cuando deben ser más inviolables e inviolados." ¡Guauu! Justo todo lo que había pasado de moda en los inicios de la revolución de los sexos y los ardores capitalistas. Cerrar página y olvidar lo que había sentido. Negar hasta morir.
Pero "a quien Freud se la dió,Freud se la bendiga", el tiempo da gusto a todos dice la sabiduría popular y hoy, curada de espantos, puedo contar sin sonrojarme que en esa otra cara de la conciencia que es el deseo, siempre quise parecerme a Jane Eyre. Y si estos modelos femeninos que os conté os sugieren burlonas consideraciones por sus perfiles harto vulgares y pelín cursilones, esperad a que os cuente los que pertenecen a mi otra mitad, es decir, los modelos masculinos de mis entretelas. ¿Y los vuestros, que tal? Esdedesear.