jueves, 9 de julio de 2009

El beneficio.

"La parte más importante de una vida que empieza a saber se desarrolla en la escuela, es la primera experiencia pública de un joven(...) Solo ama con un amor desbordante a aquellos que no han sucumbido al utilitarismo y difunden su saber por lo que en sí mismo vale, a estos rinde homenaje cuando reacciona rápidamente a sus estímulos, a estos les da las gracias interminablemente por su interminable entrega."


"Porque creo que es propio del saber el querer mostrarse y no contentarse con una simple existencia oculta. El saber mudo me parece peligroso, pues se vuelve más y más mudo y al final secreto y luego acaba vengándose por ser secreto. El saber que se manifiesta comunicándose a los demás es el buen saber, que sin duda aspira a ser reconocido pero no se vuelve contra nadie. El contagio que parte de los maestros y los libros busca extenderse. En esta fase inocente no se pone en duda a sí mismo, echa raíces y se propaga, irradia y quiere ampliarlo todo al tiempo que él mismo se amplía. Se le atribuyen las cualidades de la luz, la velocidad con la que desea expandirse es la máxima, y se lo honra dándole el nombre de ilustración. En esta forma lo conocieron los griegos antes de que Aristóteles lo comprimiera y encasillara. No cabe pensar que fuera peligroso antes de ser fraccionado y almacenado. Heródoto me parece la expresión más pura de un saber que era inocente porque tenía que irradiar. Sus divisiones son las de los pueblos que hablan y viven de manera diferente. él no refuerza las divisiones cuando habla de ellas sino que crea en sí mismo espacio para lo más variado y crea espacio en los otros, que se enteran de todo ello a través de él. En cada joven que oye hablar de mil cosas se oculta un pequeño Heródoto, y es importante no intentar elevarlo por encima de éste, porque se espera de él que se limite a un oficio."
De Historia de una vida. La antorcha del oído" Por Elías Canetti.



Me voy de vacaciones, pero antes quiero expresaros mi enorme agradecimiento por estos meses de compañía, siento que me faltan palabras. Cuando inicié este blog no tenía pretensión alguna más allá del sentido de su propio título: "es de desear" por lo que lo había empezado. El deseo de manifestarme, de comunicarme, que luego descubrí que tiene mucho que ver con el contenido de los fragmentos de Canetti que arriba transcribo. Un deseo totalmente inocente, alejado de toda utilidad, un brindis al sol, como no podría ser de otra forma. He aprendido muchas cosas de esta experiencia que he ido analizando paralelamente a vivirla. Ha sido muy reconfortante en muchos sentidos porque como dice mi amigo Chiqui (http://navegare--preciso.blogspot.com/ ), obliga a hacer "caligrafía" espiritual. Una dimensión de la escritura que no conoces hasta que la pones en juego.

"Las dos aspiraciones fundamentales de la vida humana y por las que, tal vez, merezca que siga ésta fluyendo "entre el silencio de las esferas", son la inteligencia y el amor. Y ello es lo que motiva ese equilibrio que los griegos llamaron eudaimonía-felicidad-. Pero ambos términos han sufrido un deterioro tan creciente, y sus vetas se han cuarteado tanto en la costra de los social, que el mencionarlas arrastra inevitablemnte un regusto humanista y el aire de una consoladora y romántica utopía. Y sin embargo, el miedo a ciertas palabras, metido en las articulaciones de una sociedad deformada, ha de vencerse únicamente con la voluntad decidida de pronunciarlas y, por supuesto, con la de pensar y estructurar las otras que nos encarcelan y reprimen." De "La memoria del Logos" Por Emilio Lledó.


Seguir este consejo de Lledó ha tenido efecto especular. A algunos ya os conocía y disfrutaba de vuestro respeto y cariño, a otros os he conocido virtualmente. Gracias Barbebleue( http://cuestiondesensibilidad.blogspot.com/), Pilar ( http://mm-actualidad.blogspot.com/)y Josefina, (por orden de aparición), habeis sido un estímulo en lo intelectual y un motivo de gozo en lo personal, por la atención que me dispensasteis, la riqueza de vuestros comentarios y el espíritu alegre y prudente con que los habeis hecho. Y gracias al que inventó la red. ¿Qué diría Platón si levantara la cabeza? Feliz verano. Esdedesear

lunes, 6 de julio de 2009

Galicia

Se quejan los hosteleros de que la televisión hace predicciones del tiempo para Galicia que no favorecen que el turismo acuda y que además no son ciertas. Difícil cuestión, a mi entender, pretender conciliar un turismo de sol y playas con la climatología gallega. Un turismo que dependa de las horas de sol me parece simplemente equivocado. Hace honor a la máxima de Tagore "si de noche lloras por el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". Aquí si no vas a la playa porque no hay sol, simplemente te pierdes las playa. Las playas maravillosas de Galicia pueden ser disfrutadas, mejor incluso, aunque no haya sol, o lo haya a ratos. Y además, ¿quién está durmiendo con su mantita todavía?

Los gallegos hemos desarrollado, en nuestra íntima relación con el clima de la costa, una fuerte intuición y un carácter paciente, resistente y arriesgado al mismo tiempo. Os contaré mi experiencia del sábado: La predicción "de sol" no era buena, mejoraría el domingo, sin embargo sobre las nueve de la mañana estaba totalmente despejado. ¿Qué hacer? Dudando, dudando, decido no dejar la playa para el día siguiente. Con el café del desayuno desgrano posibilidades, sin dejar de otear insistentemente el cielo desde la ventana presagiando la nube que puede estarse acercando (la experiencia es un grado). Sí, empiezan a verse unas cuantas. No cejo. Salgo del baño, vuelvo a asomarme, aumento considerable de las nubes, pero son altas, no parecen amenazantes. Consulto el barómetro, el anemómetro, bajo a la calle a comprobar in situ. La temperatura no es mala, y apenas hace viento, claro que las nubes ahora son bajas, gordas, y algunas grises tirando a negro, son las diez. ¿Mejor al Espiñeiro? Las playas de ría en Coruña, son ideales para los días con viento, pero se llenan de gente, aunque procuro ir en las primeras horas de la mañana, antes de que se llenen; en las de mar abierto, Barrañán es mi preferida, por ejemplo, suele hacer viento casi siempre. En el Espiñeiro podré bañarme, aunque el agua está congelada, en Barrañán si hay las olas habituales, será difícil, y el agua... igual de congelada. En el horizonte, desde la ventana, parece más despejado por Barrañán, todavía se ve un trocito de azul a lo lejos, cojo el jersey, el periódico, el libro, el gorro. Gafas de sol, de ver. Un bocata por si me quedo. Contemplo todas las posibilidades. Las predicciones aquí sirven para los próximos cinco minutos, ¡como mucho!

Me arriesgo y tomo rumbo a Barrañán, ¿que cabe esperar? que haga viento, luego frío, poco sol, no me bañaré seguro. Y con esas nubes, lloverá enseguida. Llegando, desde lo alto de la carretera me invade la mil veces repetida sensación de asombro ante la magnífica contemplación del océano en su inmensidad, ya valió la pena venir hasta aquí. Aparco y atravieso las dunas, disfruto del característico olor de su vegetación y ¡sorpresa! ni un alma, cuatro gatos,todos gallegos y un valiente turista, ni viento, ni frío y el sol el justo, me calienta mientras paseo, me invita al baño, no hay apenas olas, y durante tres horas, las intermitentes nubes me permiten leer y mirar al mar serenamente, sin interrupción, en silencio y recogimiento. De frente, sin dar vueltas como una noria buscando el rayo que me ponga morena. El día adecuado para Barrañán que solo puede intuir alguien avezado en nuestro clima. El domingo, ese que iba a "hacer bueno" llovió a mares. Buena decisión.
Cuando recojo y me marcho sólo quiero una cosa, contarlo. ¡Soy tan feliz! Enciendo la radio del coche y María Callas canta "Casta Diva", ¿Quién da más?. Esdedesear.