sábado, 26 de junio de 2010

¿Qué hay de nuevo, viejo?

"Haces pocas deducciones, y obligas más de lo debido al lector a encontrar las relaciones entre tus pensamientos y tus proposiciones. Y hay otra carencia que tengo que criticar: Llevas adelante, así me aparece, imágenes no demasiado felices, a menudo muy chocantes...." Con estas palabras se dirigía Rohde, el editor de Nietzsche, refiriéndose a las dificultades que el filósofo presentaba para llegar a una síntesis sobre un tema concreto.


Yo que no tengo editor ni el genio de Nietzsche, sin embargo opino de mí misma, y de mis evacuaciones en forma de entrada de blog, ésto mismo. Probablemente hubiera podido hacer otra cosa, no más brillante que no sabría, pero sí más redonda, quizás hubiera valido la pena el esfuerzo aunque sólo fuera en un ámbito personal, porque en el terreno filosófico, todo está más y mejor dicho por otros, y lo verdaderamente feliz es el encuentro con ellos en un eterno retorno, y esa, como sabeis, era mi intención la de acercarnos a ellos.


No sé si lo he dejado traslucir suficientemente pero, y es lo que más me importa, detrás de todo lo que os he contado en estos meses, siempre discurre fundamentando mis creencias una sospecha de incertidumbre, (aunque parezca impropio que una sospecha de incertidumbre fundamente nada). Eso las afirma más, les da mayor solidez y realismo. Y además me mantiene en la curiosidad y la búsqueda. No creo que abrazar unas determinadas ideas, ideología, hipótesis, incluso tesis por muy exitosas que le parezcan a mi corazón, me dé más razón, porque ninguna tendría sentido si no existiesen las contrarias. Ello mismo me acerca más a ellas, porque nada hay que nos separe más que creernos en la posesión de la razón. Simplemente son las que encuentro más razonables para mí, en definitiva más afines. Como en el principio de Heisenberg, no se puede precisar la posición y el movimiento a la vez, a veces percibimos la posición, otras el movimiento, y como dice La Rochefoucauld "el sol y la muerte no se pueden mirar fijamente", poco podemos hacer más que aproximarnos, y cada uno a su manera.


Me voy de vacaciones, esdedesear, aunque tengo que deciros que mi ánimo está desolado con lo que está ocurriendo, ni en la filosofía, aunque es donde más lo hallo, hay consuelo para la observación de los acontecimientos que nos toca vivir, y quiero antes compartir con vosotros este artículo del profesor Bermejo Barrera que, como todos los suyos, no tiene desperdicio. Es un análisis agudo, inteligente, incluso divertido, (nada serio merece la pena si no podemos afrontarlo con sentido del humor), de la historia del pensamiento, de la filosofía y sobre todo del poder, del poder que desea tener el que cree tener razón.

http://firgoa.usc.es/drupal/node/39046