domingo, 13 de septiembre de 2015

Apreciación estética: gozar y estudiar.

"Ahora, más que gozar, estudio" Goethe
"Ahora, al mismo tiempo,estudio y gozo" H.R. Jauss y yo.

Actualmente estudio:
"ESTÉTICA. La cuestíón del arte." Elena Oliveras, libro de reelaboración de sus clases dictadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires durante los años 1997-2004, del que extraigo este interesante texto:

...Hoy diríamos, con Guido Ballo, "que la apreciación estética requiere de un occio crítico". En "Occio crítico", él describe distintas reacciones frente a las obras de arte, pero no incluye la reacción frente a la obra conceptual, puesto que el libro publicado en 1966, coincide con la aparición de la tendencia. Hoy el ojo crítico requeriría de mayor formación teórica para la mayor exigencia de este tipo de obras.

Ballo produce un desplazamiento sinecdótico; transforma a los receptores en "ojos" y así distingue entre un ojo crítico, un ojo común, un ojo snob y un ojo absolutista. El ojo común es que se guía por la costumbre, por lo que ve en reproducciones de almanaque, por lo convencional, lo tradicional. Le importa identificar el motivo, sentir la belleza (de orígen neoclásica), advertir la verosimilitud, el efecto patético, la habilidad manual. Es el ojo del gran público, del que dice no entender de pintura, poesía o música pero, apenas entra en confianza, defiende con obstinación su punto de vista. Es un ojo dogmático, que gusta de la imitación y que se siente engañado y tomado en broma cuando se enfrenta a las novedades del arte.

 Compara el crítico italiano al ojo común con el de un hombre que vive en un valle y, aunque existen otros lugares, restringe todo el mundo a ese lugar, olvida e ignora que fuera de él se hablan lenguas diversas. Los comentarios del ojo común, de acuerdo con el registro que Ballo llevó a cabo en museos, serían de este tenor; "Mi hijo lo hace mejor", "Se parece a una postal" "parece de carne" "el arte es divino" "la naturaleza es la única maestra del arte" "cuando se es genio no se necesitan maestros" "Caravaggio es el pintor maldito" "Rafael, el pintor de la belleza sublime" "Leonardo, genio universal""Modigliani, el pintor de cuellos largos", "Van Gogh, el pintor de la locura", "Digámoslo claro: Hitler estuvo equivocado, pero hizo muy bien en condenar a todos esos horrores que querían ser artísticos"...

¿En qué grupo social se encuentra el ojo común? Segun Ballo, en la pequeña y rica burguesía y también entre operarios, empleados y todo tipo de profesionales, médicos, abogados, ingenieros, profesores, filósofos, teóricos y críticos que han quedado pegados a viejos prejuicios. Recuerda el caso de Benedetto Croce, quién sostuvo que la obra de Cézanne era una aberración. Su ojo ni siquiera era absolutista, sino simplemente común, habituado aún al naturalismo de la vieja escuela napolitana, acota Ballo.

Otro ojo adverso es el que Ballo llama orecchiante (de orecchia=oreja) Es el que habla de oído, (como el que aprende música sin conocer las reglas) Se le pega lo que se hace en el momento, cual si fuera una canción pegadiza:
           defiende lo que en su momento está en la cresta de la ola, lo que está de moda, y que pronto                juzgará con el máximo desprecio cuando pase de moda (OC pag. 84)

   El ojo orecchiante es snob, sigue la moda y opina de arte como si realmente supiera. Puede hablar de todo, de arte de vanguardia, de música electrónica, de cine "raro". Es como un actor que recita sin mucho convencimiento. No lee ni estudia en serio porque no siente verdadero amor por el arte ni tiene base cultural, aunque cree ser un iniciado y pertenecer a una élite. Si le hacemos alguna pregunta en profundidad (que él evitará hábilmente) nos daremos cuenta que es todo "maquillaje cultural"(OC,p.85). Por lo general, ese ojo snob proviene de la pequeña burguesía. Su sentimiento de inferioridad (que adopta un aire de suficiencia del que carece, por lo general el ojo común) se formó, dice Ballo, "en una infancia carenciada, entre cosas banales, con una aspiración continua y secreta de éxito mundano..." (OC, p.84)

Describe luego Ballo al ojo absolutista. No se trata esa vez de un tipo patológico con complejos sino de un observador polémico que niega todo lo que no entre en su campo de visión. O todo o nada. Gran arte o gran idiotez. Es el ojo que apunta en una sola dirección, por lo cual resulta imposible dialogar con él. Puede encontrarse entre los artistas, para quienes opinar de arte resulta casi un acto de fe. Si son abstractos, gustarán de lo abstracto, si son figurativos, de lo figurativo. Aunque no sería lo deseable se encuentra a veces también entre los críticos. 

El ojo que mejor puede apreciar el arte es el ojo crítico. Semejante al ojo clínico del médico, es capaz de detectar en la obra síntomas de su tiempo. Descubre que la imitación del modelo es sólo "uno de tantos puntos de vista" (OC, p.84) y observa que si bien la universalidad del arte es absoluta, las raíces son siempre particulares. Dependen éstas de la atmósfera de cada época, de un grado particular de civilización y de la personalidad concreta del artista. 
      Requiere conocimiento histórico del ambiente y de la cultura en la que el artista y la obra se han         desarrollado ... un proceso que no es fácil, en cuanto está abierto a todo (OC, p.84)

El ojo crítico es un ojo formado. La dificultad está en que no existen reglas para quien quiera formarse; por eso, además de conocimiento, hacen falta intuición, superacion de preconceptos, oportuna puesta en foco del ojo, variación del ángulo de visión para encontrar el más adecuado. La verdadera crítica es,, por lo tanto, conquista" (OC, p.4)"  Esdedesear

miércoles, 22 de julio de 2015

Con las piernas de la imaginacion. La filosofía

91, ¡Tómate tu tiempo! es lo que le tendría que decir un filósofo a otro al cruzarse en el camino. Nada mejor dicho que ésto que anotó Wittgenstein, porque el pensar consiste propiamente en hacer tiempo, en temporalizar. Dar tiempo al tiempo, pero sobre todo darle tiempo a tu tiempo, al que serías tu. Y es que vivimos en un tiempo que no piensa , no tiene tiempo, el tiempo del estrés: anticipar es lo contrario de pensar, porque consiste en calcular"

102 Deleuze sobre Nietzsche, en sus mejores momentos; denuncia de la idiocracia.
¡Parece mentira que todavía siga preguntándose para que sirve la filosofía.¡Después de Lucrecio! Sirve la filosofía para contener la lucha contra la estupidez. Para hacer todo lo posible para que la estupidez no llegue a sus últimas consecuencias. Pero la estupidez cada día que pasa se hace más fuerte, en todos los terrenos y desde todos los aspectos. ¡También la propia estupidez, la de uno mismo! Por eso la filosofía ha de ser en primer lugar autoconocimiento!

128 "Solo en el río de los pensamientos y de la vida tienen sentido las palabras (Wittgenstein), pero únicamente porque somos capaces de leer y escribir esas palabras podemos orientarnos un poco en la corriente torrencial del río, en lugar de ser arrastrados sin remisión por su violencias. "Solo leyendo y escribiendo seríamos libres" (Nietzsche) Esto conviene recordarlo hoy más que nunca, cuando abundan los que están convencidos de que para ser libres basta quedar unos con otros para beber cerveza y contar los últimos chismes."

Con estos tres fragmentos del libro de Mariano Rodríguez "El sujeto velado. A partir de Nietzsche y Wittgenstein", aunque podría servirme de muchos otros de entre una interminable colección de textos filosóficos -pero este es el que tengo entre manos- pretendo justificar, ejemplificar, atribuir, mi vocación hacia la filosofía. Son, en concreto éstos, la expresión de una  necesidad subjetiva y práctica, una especie de filosofía aplicada,  por ejemplo en estos tiempos de lucha por el tiempo no hay tiempo de dedicación que más tiempo genere que el tiempo dedicado a pensar (hago uso metafórico de la repetición de la palabra tiempo, a propósito). Es como la energía,  el tiempo del pensamiento no se destruye se transforma;  produce tiempo reproduciéndolo , no lo gasta, no envejece sino al contrario, rejuvenece, "empodera" (odiosa, por manida, muy utilizada hoy)). 

Pero podría reivindicar, como hice tantas veces en otras entradas, cualquier otro valor de mi amor por la filosofía, ese regalo que me ofreció la vida y la "conversión" en un determinado momento. Dice Deleuze que el filósofo es "amigo del concepto", esa es mi mayor y mejor sensación cuando cada día me siento ante un texto filosófico: el disfrute, prácticamente estético, de mi amistad con el concepto, con todo lo oculto que hay detrás de él como un maná, porque es la esencia misma de la comprensión, que da gustito.

Así que, como en las anteriores, haré un mención de las obras que he disfrutado en esta fase nueva de mi vida:

Al principio estaba P. Sloterdijk, os acordais? con "Has de cambiar tu vida". Lo que no cambiaré será mi retorno al autor con frecuencia.
"La herida de Spinoza. Felicidad y política en la vida posmoderna" de Vicente Serrano
"El arte de vivir" de Zigmunt Bauman
"El traspie. Una tarde con Schopenhauer" de Fernando Savater
"Poesía y verdad" de Goethe
"El libro de los Pasajes" de Walter Benjamin (me ocupará mucho tiempo y paciencia)
"Amo, luego existo" de Manuel Cruz.
"El mapa y el territorio" de M. Houellebecq, del que ya comenté el poco interés que me despertó.
"El discurso de la servidumbre humana" de La Boetie
"La fuerza de existir. Manifiesto hedonista" de M. Onfray, Estupenda lectura.
"Estética. La cuestión del arte" de Elena Oliveras.

Ésta última y la mencionada de Mariano Rodríguez, ambas muy recomendables,  me acompañan en este verano caluroso, incluso aqui; en las rocas a veces, en los parques otras, siempre con el mar enfrente cuando levanto la vista.
Esdedesear

jueves, 9 de julio de 2015

Con las piernas de la imaginación. Las series de TV

"La cuna se balancea sobre un abismo, y el sentido común nos dice que nuestra existencia no es más que una breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas. Aunque ambas son gemelas idénticas, el hombre, por lo general, contempla el abismo prenatal con más calma que aquel otro hacia el que se dirige (...) La naturaleza espera del adulto que acepte los dos vacíos negros, a proa y a popa, con la misma indiferencia que acepta las extraordinarias visiones que median entre las dos. La imaginación, supremo deleite del inmortal y el inmaduro, debería ser limitada. A fin de disfrutar la vida, no deberíamos disfrutarla demasiado."

De "Habla, memoria" por Vladimir Nabokov

Supongo que está bien claro que cuando, en este tiempo nuevo, me encuentro hablando de los placeres de la imaginación, no lo hago en el sentido que Addison en la obra del mismo nombre lo hace, ("Los placeres de la imaginación". Joseph Addison), es decir en su aspecto estético, crítico o poético- aspectos que no me conciernen ni estoy preparada para abordar- sino que hablo de la imaginación como un recurso, una herramienta de disfrute para compensar, en lo que cabe, los malestares del cuerpo; más en sintonía con lo que Nabokov refiere en ese fragmento de ahí arriba, aunque, en total oposición a su consejo, inmortal e inmadura que soy,  yo prefiero disfrutar la vida aunque mañana llore su pérdida.

Viene a mi memoria que, por aquellos primeros tiempos del batacazo brutal, yo estaba "reviendo" por no sé qué vez, la serie "Frasier". Tengo por costumbre, como una vieja usurera, no ver más de un capítulo cada vez de una serie que me entusiasme, siempre con el fin de demorar  el placer para que me dure lo más posible. Y aquel día fatal del informe que me dejó ojiplática, cuando llegó el momento, como otro día cualquiera, también lo vi. Esos paréntesis de disfrute continuaron día a día, siempre que pude permitírmelo. Por suerte esta es una época en que las series de televisión están equiparándose o  superando incluso al cine. Grandes creadores,directores y guionistas como Terence Winter, Phil Abraham, David Chase, Timothy van Patten, Scorsese, Julian Fellowes, Vincent Gilligan y otros muchos, en sus respectivos canales, HBO, AMC, ITV, etc, nos entregan auténticas joyas para el entretenimiento, la pasión, la belleza y la inteligencia. Los Soprano, Mad men, Boardwalk Empire, Breaking Bad, Downton Abbey, títulos de series que fueron y volverán a ser muy pronto una excelente compañia, un caudal de emociones vibrantes que agradezco muchísimo desde "mi breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas" esas que, por desgracia, se llevaron a James Gandolfini, repentinamente, sin que podamos ya desligarlo jamás del inolvidable Tony Soprano.

Esdedesear

miércoles, 17 de junio de 2015

Con las piernas de la imaginación. El cine.

"En la estación de Tarnow hicimos una parada insospechádamente larga. Alguien había hecho volar por los aires la consigna. Los pasajeros de nuestro compartimiento decían que los culpables eran unos saboteadores alemanes. Reinaba una excitación general que rozaba la histeria. Yo también me di cuenta de la gravedad de la situación, pero llevaba en el bolsillo Las aventuras de Simbad el Marino en forma de historieta. Leía aquel libro mientras prestaba oídos a las noticias del andén, donde la muchedumbre se agitaba entre gritos. Estaba muy impresionado, pero al mismo tiempo impaciente por conocer el contenido de los capítulos siguientes de Las aventuras de Simbad el Marino. Esto ilustra bien los caminos que mi imaginación recorría durante la guerra. Finalmente el tren arrancó"
 De "Baltasar" una autobiografía. Por Slawomir Mrozek

Me parece una magnífica imagen, este fragmento autobiográfico de Mrozek- quién en un momento dado también sufrió un duro golpe por culpa de un ictus que le produjo una afasia y la consecuente incapacidad para escribir- para ilustrar lo que vengo descubriendo de la poderosa fuerza terapéutica de la imaginación que nos permite "estar a un tiempo  en misa y repicando".

Repicaba Mrozek con Las aventuras de Simbad el Marino en medio de la gravedad de la guerra, yo repicaba mucho con el cine en mi infancia en medio de circunstancias difíciles. Repicaba cada domingo, con lo ahorrado de la calderilla  que de tios, primos y demás familia era costumbre recibir y además el cine, entonces, era barato, no me digais por qué.

El cine fue otro recurso de la imaginación que nunca me faltó, lo he cultivado sin tregua, me gusta todo aunque no "todo". Como pasatiempo, como emoción, como técnica, como historia, como documentación... Y  todos los géneros, exceptuando el de terror que no me va lo más mínimo, Admiro y venero a los buenos actores, tantos, los de todos, De Niro, Pacino, Streep, Moore, Nolte, entre los actuales,  pero un  largo etc; algunos no hacen una película mala, Philip Seymour Hoffman, y un grande Daniel Day Lewis. A los buenos directores Spielberg, Scorsese, Cóppola, Kubrick, Allen, y larga lista de nuevo. A los guionistas, un buen guión lo es todo.A una película inglesa, a lo Loach, no me puedo resistir, pero tampoco a los folletones de época con Anthony Hopkins y Emma Thompson. A Ivory le perdono todo, y El Padrino I,II,y III como Memorias de África me los se de memoria. El cine lo tiene todo si la película es redonda. La historia, la imagen, la música, la fotografía. Todo. Es el mundo mejor para habitar la imaginación.

Desde hace unos años anoto cada película que veo con una pequeña reseña y una valoración, ya son cientos, buenas, muy buenas, pasables, regulares y malas, y no quiero alargarme, así que mencionaré sólo algunas de las que califiqué con un " Excelente" entre las que me ayudaron a recorrer los caminos de la imaginación en estos nuevos tiempos difíciles:

"A flash of green" dirigida por Víctor Núñez, con el admirado Ed Harris.
"Antes que el diablo sepa que has muerto"  dir. Sidney Lumet, con Philip S. Hoffman
"Beyond to see" Dirige e interpreta Kevin Spacey. !Vaya uno!
"Conspiración de silencio" dir. John Sturges, interpreta Spencer Tracy. Qué decir...
"Camino a la libertad" dirige Peter Weir, Ed Harris de nuevo, pero todos buenos, y esos paisajes!
"Donde está la casa de mi amigo"  Dir. Abbas Kariostami. Impresionante, hay que aguantar las emociones.
"De dioses y de hombres" Dir. Xavier Beauvois, Uff, Interesantísima.
"El discurso del rey".Dir. Tom Hooper y Colin Firth forever, de la comedia más tontorrona al drama mas truculento.
"El amor bajo el espino blanco" Dir. Zang Yimou, como cualquier otra suya.
"En el valle de Elah" Dir. Paul Haggis, con Tommy Lee Jones, Charlize Theron, Susan Sarandon,..que puedo decir.
"El vuelo" Dir. Robert Zemeckis, con Denzel Washington, fantásticos y fantástica.
"El fuego y la palabra" dir. Richard Brooks, con Burt Lancaster en una interpretación extraordinaria y Jean Simmons.
"Banquete de bodas" Dir, Richard Brooks, con Bette Davis y Ernest Bornigne. No va más.
"El capital humano" Dir. Paolo Virzi, con Valeria Bruni Tedeschi, Fabrizio Bentivoglio entre otros todos buenos.
Jimmy`s hall, Dir. Ken Loach
"Los descendientes" Dir. Alexander Payne, con George Clooney, "el completo"
"La solución final" Dir. Frank Pierson, interpreta el fabuloso Kenneth Branagh
"Magia a la luz de la luna" Con Woody Allen siempre a muerte.
"Mister Turner" Dir. Mike Leigh, actua el gran Timothy Spall
"Senderos de gloria" Kubrick-Douglas, y "Ser o no ser" Lubitsch-Lombard, revisitadas una y otra vez, como "Vidas cruzadas" de Robert Allman, con Madeleine Stowe.Julianne Moore, Tim Robbins, y otros grandes.
Como veis la lista lleva un orden alfabético y queda sometida a opiniones; éste es el gusto mío.

A todos ellos gracias, gracias, de parte de mi imaginación, por tantos momentos maravillosos. Esdedesear

miércoles, 3 de junio de 2015

Con las piernas de la imaginación






Carmen Rivas. Collage


"La imaginación es la capacidad de representar en la intuición un objeto aún sin que esté presente"
I. Kant. "Crítica de la razón pura"

Me gustaría citar a Hume para, salvando las distancias intelectuales claro, comentaros un sentimiento que comparto. Dice en " De mi propia vida" breve autobiografía que escribió cuando estaba muy enfermo y supo que su hora se acercaba: "... a pesar de mi gran empeoramiento, mi ánimo no ha decaído ni por un instante, poseo  la misma pasión de siempre  por el estudio y gozo igual de la compañía de los otros"  Muchas son las declaraciones en este mismo sentido hechas por personas, conocidas o no, en momentos difíciles de afectación del cuerpo con cierta gravedad. Por suerte, yo también puedo decir lo mismo, mi ánimo no ha decaído un solo instante. Yo lo atribuyo a la facultad personalísima, única,  que tenemos los humanos a diferencia del resto de los animales, esto es la imaginación. A la imaginación, que nos parece algo intangible y vaporoso, difícil de controlar, aunque no lo es más que el entendimiento, la sensibilidad, o la experiencia, ideas al fin y al cabo, pensamientos evanescentes, le afecta poco un diagnóstico médico, sigue a lo suyo, hasta el último momento, aunque me temo que la imaginación, como todo lo demás,  aunque nos venga de serie, es una instancia de la sensibilidad que conviene ejercitar, hacerla crecer y no es tarea  muy difícil, basta con escuchar los cantos de sirenas que albergamos en nuestro interior y dejarnos llevar. 

Nunca había dado un valor a  esta herramienta que es la imaginación como ahora que me ha ayudado tanto y se ha convertido en mis auténticas piernas. Con las piernas de la imaginación he podido correr en sueños, y he visitado países, ciudades, salones, granjas, naturalezas inéditas...  Todos esos mundos que nos ofrecen la literatura, el cine, la música... amados con tanta pasión, han permanecido al margen del sufrimiento del cuerpo. Emociones intactas, reir, llorar, asombrarte, vibrar, desear.

En esta primera entrada dedicada a los productos de la imaginación  voy a hacer una lista pequeña de  mis emociones con algunos  libros:
Descubrir a Chirbes: en "Los disparos del cazador" "En la orilla".,admirar por fin un autor español de obras maestras. 
Abrir nuevos horizontes con los pioneros del oeste americano en la maravillosa narración de Wallace Stegner " Angulo de reposo"
Divertirte con el originalísimo personaje de Steve Tesich: "Karoo". De lo mejorcito.que he leído nunca.
Dejarte fascinar por los entresijos de la biografía de " Limonov" de Enmanuelle Carrere.
Compartir las deliciosas  vicisitudes de la vida y profesión del veterinario James Herriot en " Las cosas brillantes y hermosas"
Soportar la crudeza de la vida reflejada en "El Gran  Cuaderno" de Agota  Kristof,
No poder levantar la vista del libro cuando lees la extraordinaria prosa de Stefan Zweig en " Memorias de un europeo"
Conjurarte con la investigación de Gregorio Morán en "El cura y los mandarines", imprescindible relato de la relación de los políticos y los intelectuales españoles desde los años sesenta.
Disfrutar con las curiosidades de la trama de "Nos vemos allá arriba" de Pierre Lamaitre, que leo ahora mismo.  
Por citar algunos de los libros leídos y que recomendaría encarecidamente,;


Continuará. Esdedesear

P.D. Va de libros y no quiero dejar de recomendar el de un amigo, encontrado en este otro espacio de la imaginación, que me reconforta con su generosa lealtad, "Perlas, Rojas" de Arturo R. Camba, bello y emocionado poemario. Y la ilustradora, también leal amiga, Pilar F. Pinedo. Les debo muchas emociones.

domingo, 24 de mayo de 2015

EL MAL NECESARIO


PROPOSICIÓN VI 
En la medida en que el alma entiende todas las cosas como necesarias, tiene un mayor poder sobre los afectos, o sea, padece menos por causa de ellos. Demostración: El alma conoce que todas las cosas son necesarias (por la Proposición 29 de la Parte I), y que están determinadas a existir y obrar en virtud de una infinita conexión de causas (por la Proposición 28 de la Parte I); y así (por la Proposición anterior) logra padecer menos en virtud de los afectos que de ellas nacen, y (por la Proposición 48 de la Parte III) experimenta menores afectos hacia ellas. Q.E.D. Escolio: Cuanto más versa este conocimiento —a saber: el de que las cosas son necesarias— sobre cosas singulares que nos imaginamos con mayor distinción y vivacidad, tanto mayor es esa potencia del alma sobre los afectos, como lo atestigua también la experiencia. En efecto, vemos que la tristeza ocasionada por la desaparición de un bien se mitiga tan pronto como el hombre que lo ha perdido considera que ese bien no podía ser conservado de ningún modo. Así también, vemos que nadie siente conmiseración hacia un niño porque no sepa hablar, andar, razonar, y por vivir, en fin, tantos años como inconsciente de sí mismo. Si la mayor parte de los hombres naciesen adultos, y sólo hubiera algún que otro niño, entonces todos compadecerían al que naciese niño, porque en caso tal se consideraría a la infancia no como algo natural y necesario, sino como un vicio o pecado de la naturaleza. Podríamos hacer otras muchas observaciones de este género.

De Ética de Spinoza


De viaje por la sierra del Gerês, en el norte de Portugal, en sendos coches, de repente, uno de ellos, que ya empezaba a tener achaques, daba muestras de debilidad. Por un pequeño agujerito en el depósito iba perdiendo combustible. La situación se presentó apurada pues no había en muchos kilómetros gasolinera alguna ni taller de reparación posible. Alguien nos recomendó consultar con uno de los escasos vecinos, al que avalaba el hecho de  tener un tractor. Después de horas de espera el tractorista nos dió su opinión sobre la avería, se trataba de regresar a España muy despacio evitando que el depósito se vaciase, abastecerlo de vez en cuando por debajo de la linea del orificio pero !perigo nenhum¡ (ningún peligro) nos tranquilizó.


Valga este ejemplo para describir la situación de un "parkinsoniano" (espantosa nominación muy utilizada, no conozco que se use en muchos otros casos, griposo? canceroso? alzheimeriano?.) situación que me concierne directamente. El caso de un enfermo de este mal tiene cierto parecido y peor arreglo.  En esta afectación del cuerpo, para cuando te enteras, llevas años perdiendo combustible, en este caso dopamina, y dejas de carburar; lo que debía ocurrir paulatinamente- lo que viene siendo hacerte viejo- algo para lo que todos estamos más o menos preparados, se te echa encima y te pilla todavía con el look de la madurita de buen ver a la que no le pegan nada esos andares torpes ni esos movimientos robotizados. Y no queda más remedio que abastecer el depósito pero ya para siempre por debajo de la linea del orificio y hacer el camino que te queda despacito para no malgastar. Porque no hay reparación posible. ¡Tanto que se investiga como no hemos inventado, al menos, un avisador como el de los coches.!

Una imagen se me impuso enseguida a la observación, la de los niños cuando inician sus primeras correrías, se desplazan torpemente, a trompicones, casi al borde de la caída, pero no se frustran, no se agobian por ello, no quieren esconderse y disimular su torpeza, al contrario, ávidos de nuevas experiencias se lanzan más y más a la aventura de dar pasos hacia nuevos y deseables horizontes, un pasillo, una playa, un parque, un campo de deseo para recorrer, como sea, como sea... Si acaso no perdiendo de vista la mano de papá y mamá. Porque, como argumenta Spinoza en el texto, el niño no sabe, no tiene experiencia, nada perturba emocionalmente su afección corporal, quizás solo un poco de miedo. En esto nos parecemos, pero ya no hay mano de mamá.

Y si naciésemos viejos, con la propia lentitud de la vejez, el caminar indeciso  el movimiento torpe... Si, como el niño ignorásemos todo conocimiento que da la experiencia, si desconociéramos el alentador impulso de la adolescencia,  la ensoñación de la omnipotencia narcisista que alimenta la juventud, si no lo hubiéramos saboreado apasionadamente  o si, al menos, nos hubiera dado tiempo a aceptar su pérdida, probablemente menos dura  sería la caída. Pero hay una fórmula  infalible:la tristeza ocasionada por la desaparición de un bien se mitiga tan pronto como el hombre que lo ha perdido considera que ese bien no podía ser conservado de ningún modo. 

"Si no os haceis como niños no entrareis en el reino de los cielos" Mateo 18.3. 

Voy de camino. Esdedesear