domingo, 7 de septiembre de 2014

Mercaderes

"Quisiera ir un paso más allá. Por sí misma la realidad no vale un centavo. Es la percepción lo que confiere significados a la realidad. Hay una jerarquía entre las percepciones ( y por consiguiente entre los significados) en la que aquéllas adquiridas mediante los prismas más refinados y sensibles ocupan la cima. Es la cultura, única fuente de suministro, la que aporta a dichos prismas el refinamiento y la sensibilidad; es la civilización, cuya principal herramienta es el lenguaje. La evaluación de la realidad materializada mediante tal prisma- cuya adquisición es un objetivo de la especie - es por lo tanto la más precisa y quizás incluso la más justa (Ante todo esto no hay que hacer caso de los gritos de ¡Improcedente! y "Elitista! que pueden surgir, como no podía ser menos en los centros del saber locales porque la cultura es "elitista" por definición, y la aplicación de principios democráticos a la esfera del conocimiento conduce a la equiparación de sabiduría e idiotez)
 Joseph Brodsky  en el prólogo de "Contra toda esperanza" Memorias de Nadiezna Mandelstam

Que la realidad no vale un centavo es una afirmación de un hecho  tan verdadero  y constatable que de ninguna otra forma podríamos soportar los estragos que ella misma  produce. Estamos tan hechos a esa devaluada realidad, ya sea en una mirada histórica a cualquier pasado, preñado de guerras, miserias y abusos como en la percepción inmediata de nuestro presente, preñado de las mismas guerras, miserias y abusos,  que podemos transitar por ella aparentemente indiferentes, excesivamente indiferentes diría yo, como si un:  ¿Que más da? anestesiante permitiera  un sobrevivir con optimismo a la esencial mortalidad que nos constituye y de ahi para arriba.



Expulsión de los mercaderes del Templo. El Greco

Y aún así, sigo considerando que, sean cuales sean las aciagas circunstancias que individual o colectivamente estemos abocados a vivir, hay, como dice Brodsky, una jerarquía de percepciones que nos ofrecen diferentes significados para esa misma realidad; ya lo expresaba Campoamor en su famoso poema "En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira" La sensibilidad que proporciona la insaciable satisfacción de transitar por los luminosos colores de la civilización por el refinamiento de la cultura, y su lógico devenir en ética,  es inversamente proporcional a la grosera idiocia de los que caminan por la tenebrosa senda de la ignorancia. No hay corrupción suficiente, ni latrocinio ni violencia que pueda con la fortaleza de quien se sostiene sobre sólidos principios morales. No son los mismos prismas ni somos de la misma especie. Esdedesear

6 comentarios:

Anónimo dijo...

“La sensibilidad que proporciona la insaciable satisfacción de transitar por los luminosos colores de la civilización por el refinamiento de la cultura, y su lógico devenir en ética, es inversamente proporcional a la grosera idiocia de los que caminan por la tenebrosa senda de la ignorancia” Es una hermosa descripción de una realidad, hermosa y veraz, así que diría que sí vale unos cuantos centavos, bueno, mejor dicho, no hay centavos suficientes para pagar la satisfacción que produce esa sensibilidad, me alegro que ahí no puedan entrar los mercados, ni las divisas… Gracias como siempre por estas publicaciones. Antía.

Barbebleue dijo...

¡Menos mal que tenemos prismas! una vida como un telediario puede ser el mismo infierno.
El refinamiento, la sensibilidad, la cultura, sin duda son elitistas, justas, precisas y preciosas; pero la duda es si siempre conducen a valores morales (?) Una ilustración, Esdedesear

pfp dijo...

Conchita, no sé si acabo de estar muy de acuerdo con el amigo Brodsky que aquí nos presentas,o a lo peor, no acabo de comprenderlo. Me temo que la élite intelectual y cultural, muy frecuentemente también están fuera de la realidad.

Esdedesear dijo...

Antía, la satisfacción también está en poder compartir conversación, como nos pasa a ti y a mi desde que viniste al mundo con tu saquito de sensibilidad que has ido llenando sin cesar. Gracias por tantos buenos ratos.

Esdedesear dijo...

Si, Barbe, en eso estoy de acuerdo,conocemos las excepciones, en ocasiones gana la pulsión, pero siempre hay una lucha, una lucha. Dicen que uno de los últimos descubrimientos en el ranking de corruptos daba clases de moral pagadas de una forma muy "elitista". Al menos ya ha sido expulsado del templo del honor. Gracias

Esdedesear dijo...

Pilar, no me atrevo a interpretar a Brodsky, yo pienso en el elitismo de la cultura por su selectivo y heroico esfuerzo en alcanzar cotas elevadas de civilización. no me refiero a élites culturales sino al proceso virtuoso que ofrece y que tiene poco que ver con el hecho del consumo masivo y democrático.
Como decía Eliade, "Una existencia no tiene por qué ser tributaria de un decorado y sus actores, una buhardilla o un estudio no hacen de uno un artista y un piso como tantos otros no te transforman fatalmente en burgués. Una forma de vida es, en cambio, una creación continua interior, y no tiene nada que ver con las condiciones materiales, con el ambiente o con el decorado, fruto solo de las circunstancias."
De Diarios, Mircea Eliade.Un besazo