lunes, 26 de noviembre de 2012

Emprender un viaje: el psicoanálisis.

"Quien quiera averiguar por este signo, quién es él o ella en verdad, tiene que emprender al menos una vez en la vida, el viaje al origen, desde el que solo es posible entender la vida surgida"
De "Esferas" por P. Sloterdijk,

Hace unos meses disfruté, con auténtico placer, de la lectura de varios libros del escritor canadiense Robertson Davies; sobre todo de su  entretenidísima "Trilogía de Deptford". Es un autor de portentosa imaginación y creatividad y sus obras de alta calidad literaria, (alguien lo comparó con Dickens)  quesin embargo, no se presta para  entresacar de sus obras esas enjundiosas frases que a todos nos gusta resaltar, apuntar en nuestros cuadernos, y releer en ocasiones posteriores con auténtica veneración, porque son fragmentos que superan toda circunstancia temporal y su mensaje permanece pleno de significación; tanto es así que sólo guardé en  mi cuaderno una única  reflexión: "la lira de Orfeo abre las puertas del otro mundo: el de los sentimientos". 

Ya he hablado en otras ocasiones de Orfeo y, en concreto, de  su demanda a los dioses de que le devolvieran, desde el otro mundo, a la amada muerta, !ahí es nada!. Tal vez por eso esta frase me recordó inmediatamente otra demanda, la del sujeto que acude a un psicoanalista, alguien que enredado en relaciones "surreales" no sabe que la causa de sus inquietudes, de sus insatisfacciones, es  precisamente esa soberbia demanda, y esta vez no a los dioses sino a los otros sujetos, objetos, asimismo, de sus propias demandas, como vasos comunicantes interactuando. Una demanda imposible de satisfacer porque, efectivamente, el ser amado está muerto y perdido.
Pero no todo, Freud dixit. A todo el que se adentra en un análisis, para "salir de la stultitia"( estado que llamaba Foucault a "la no relación con uno mismo"), tocando las cuerdas de su propia lira, se le abren las puertas del otro mundo, el de sus auténticos sentimientos y entran en tromba las aguas turbulentas de lo desconocido que al rozar con las llagas de la herida abierta las cauterizan, permitiéndole entonar  una nueva partitura en demanda de la amada, esta vez, viva. .

Hace unos días se celebró en Coruña un Congreso de Psicoanálisis que tuvo como tema central:  el amor, y con esta ocasión V Televisión entrevistó a un prestigioso psicoanalista que os recomiendo encarecidamente, la entrevista claro, y al psicoanalista también a quien convenga. Esdedesear

http://www.vtelevision.es/informativos/viav/2012/11/13/0031_6_158379.htm

3 comentarios:

pfp dijo...

tentador, Conchita...

besos

Barbebleue dijo...

Esclarecedor, Conchita...
¡Cuántas respuestas! y ¡cuántas preguntas!

¿Representa el amor la consciencia individual del estado de deseo y necesidad?
El viaje, pues, será hacia el interior; hacia ese lugar y momento físico-químico, todavía desconocidos, donde surge la consciencia: el origen y génesis de la mismidad, del yo.

¿O preferiríamos no saberlo y dejarlo al albur de la lira?

Esdedesear dijo...

Gracias, Pilar. Cualquier viaje es tan tentador... Un beso.
Barbe, tu lo dices, el estado de autoconsciencia al que es tan difícil llegar pues nos pasamos el tiempo, como dice el psicoanalista en cuestión, mirando cómo nos aman,bien o mal, los demás, sin reparar en cómo "amo yo". Una pregunta que no tiene respuesta verdadera tan fácilmente, hace falta hacer ese viaje, generalmente doloroso, pero muy esclarecedor. Saberlo es mejor, no saberlo hace repetir el error una y otra vez, en eso el inconsciente es muy constante. Un abrazo constante para ti.