viernes, 20 de febrero de 2009

Regreso al pasado.

"Quien se acuerda de una cosa por la que fue deleitado una vez, desea poseerla con las mismas circunstancias que se dieron cuando fue deleitado por ella la vez primera.
Demostración: Todo cuanto el hombre vio junto con la cosa que le produjo deleite(por la Proposición 15 de esta parte) será, por accidente, causa de alegría, y de esta suerte (por la Proposición 28 de esta Parte), deseará poseerlo a la vez que la cosa que lo deleitó, o sea, deseará poseer la cosa con todas y las mismas circunstancias que se dieron cuando fue deleitado por ella la vez primera."
De Ética, por Baruch Spinoza.

Hago un alto y me sirvo de las palabras de Spinoza para contaros que, como sabeis, estos días de carnaval voy a viajar treinta y tantos años al pasado. A un lugar que recuerdo con alegría y que seguramente se haya desfigurado interesadamente en mi memoria. Pero en todo caso la memoria siempre es interesada y lo que importa es la gratificación que ese recuerdo me produce. No volveré a poseer la juventud de aquellos días como esdedesear pero sí la inocencia. La edad de la inocencia no cumple años. Feliz carnaval.


P.D. Al terminar de escribir este texto empiezo el recorrido por algunos blogs que leo diariamente. Transcribo el primero, la entrada de hoy de Gómez Pin, para dejar testimonio de la "verdad" que encierra el azar.
Blog de Demetrio Pin
La necesidad de regresar
Unos días antes indicaba que en su reflexiones sobre Sésamo y lirios de John Ruskin, el creador de la Recherche indica que la literatura es tan sólo el pórtico que posibilita la búsqueda de una verdad escondida en cada lector, y que sería una errónea inversión de jerarquía el considerar que lo profundo reside en la literatura misma. También Venecia es fundamentalmente una ocasión de reencontrar la verdad propia; en el caso del Narrador ocasión de sentirse de nuevo en ese Combray del que quizás nunca realmente se había alejado. Nada encuentra en Venecia el que no tiene en su fuero interior algo que reencontrar. Al que realmente ama Venecia no les motiva, de hecho, otra cosa que la necesidad de regresar.

2 comentarios:

Barbebleue dijo...

Tendemos a idealizar los recuerdos placenteros, quizá nunca fueron tan felices. Y a la vez, a borrar los dolorosos. Estamos bien equipados, tenemos mecanismos de defensa del yo.

Siento continuamente el deseo de regresar a Venecia, tanto como estar allí, o más...

Esdedesear dijo...

Tienes toda la razón, no añadiré ni una coma a tus palabras porque definen plenamente la realidad. Antes de iniciar el viaje ya contaba con eso. Sin embargo, como en tantas otras cosas, es preciso vivir la experiencia y cumplir el anhelo que está implícito en el recuerdo. O sea, el deseo, como tu dices.
Pero el presente de este viaje al pasado también estuvo muy bien. Muchas gracias, Barbebleue.