lunes, 9 de febrero de 2009

Lo que el viento se llevó (2): La televisión.


El vendaval de estos días pasados fué bastante impresionante, todos hemos sufrido alguna consecuencia (algún familiar mío por ejemplo vió como le destrozaba su querida casa que quedó como vemos en la foto), peor, terriblemente peor, ha sido para las personas que perdieron a sus seres queridos. Otras pérdidas materiales agravan la situación de crisis económica, tanto para las familias como para las instituciones oficiales, cuyos presupuestos lo son de todos nosotros.
Desde hace años, desde que vivimos en democracia, viene siendo costumbre que una de las primeras reacciones que los medios de comunicación buscan para sus noticieros sea la de los vecinos de las zonas afectadas por algún desastre de este tipo, así cuando no son riadas, son nevadas, son tormentas, terremotos, olas de calor, etc. Las hay de todo tipo, abundan todavía las que manifiestan conformismo resignado con lo que parece inevitable, el destino inexorable de una naturaleza que no atiende a las distintas formas en que el hombre, en uso de su libertad, quiera materializar su existencia. Digamos que no es conveniente para esto urbanizar donde no se debe, construir deficientemente, viajar cuando no es imprescindible. Y además no aprender de los errores y prever nuevos acontecimientos de este tipo, planificando responsablemente tanto las acciones para pedir explicaciones a quien se deban pedir como tomando medidas personales para evitar nuevas consecuencias.
Pero, jaleadas por esos mismos medios que buscan sobre todo reacciones airadas, cabreadas e inquisidoras, cada vez hay más manifestaciones de protestas que reclaman al maestro armero, en este caso papá estado por indeseados y crispantes malestares. Hay uno que me produjo extrañeza y compasión al mismo tiempo. Una mujer de un pueblo de Galicia, no recuerdo cuál, contestaba ante el micrófono que estaba indignada por lo ocurrido, tamaña "desfeita" les había obligado a su familia y a ella misma a permanecer todo el día escuchando la radio puesto que no sabían qué hacer. El problema era que al no haber "luz" no había "televisión". Me recordó a otro personaje que con otro corte de la energía eléctrica , esta vez en Coruña, él y su familia tuvieron que salir al portal gran parte de la noche porque "¿qué íbamos a hacer sino teníamos ni televisión?
Pero la extrañeza y la compasión han dejado paso al análisis y este tema de la "tele" creo que es importante, seguiré hablando dentro de unos días. Porque esdedesear.


4 comentarios:

Antía dijo...

Nieva sobre Madrid, más de 400 Km. de atascos durante 6 largas horas. No es difícil imaginar la situación complicada en una carretera nevada, con temperaturas inferiores a cero grados. ¿Mala previsión de los servicios de emergencias? Tal vez. ¿Lenta reacción de los dispositivos de mantenimiento de las carreteras? Tal vez. Mejorable la respuesta de las autoridades, siempre, pero, ¿y la respuesta de los ciudadanos? ¿Es mejorable? Siempre, pero tan difícil… No deseo escribir anécdotas, todas iguales, sobre gente protestando y demandando y protestando y vuelta a demandar. Prefiero escribir sobre una buena persona que aguantó con gran tranquilidad 6 horas metido en un coche para llegar a su trabajo, pasando un frío terrible, no pudiendo gastar gasolina en calefacción, y limitándose a cumplir lo que emergencias recomendaba sin protestar, sin demandar a nadie, sin protestar y sin demandar a nadie. Hace falta más gente tranquila y sensata y menos gente enfadada con el mundo como si este le debiese un favor…

Esdedesear dijo...

Gracias, Antía. Es cierto, la fortaleza de ánimo de personas así nos hacen a todos la vida mejor.Y como conozco a esa persona, lo se de primera mano. Me parece que eso es la auténtica "civilización" aunque en otros momentos todos luchemos por mejorar las cosas como ciudadanos.

Barbebleue dijo...

Si algo positivo han traído los temporales, es precisamente el apagón televisivo. La dependencia hacia la tv alcanza cotas patológicas, cuando además lo que devuelve es casi siempre "basura" envuelta en anuncios.

Y si además aprendemos a respetar y conocer nuestro entorno natural, bienvenidos sean. He visto urbanizaciones enteras entre frágiles pinares. ¿Nadie conoce el superficial sistema radicular de estas coníferas?

Piove, porco goberno!

Esdedesear dijo...

Hola Barbebleue, estoy de acuerdo, quizás la crisis y la fuerza de la naturaleza hagan disminuir las dependencias patológicas que son variadas y tan consustanciales al ser humano que me temo que tendremos que sustituirlas por otras. Pathos-logos. ¡Je,je! Y nosotros seguiremos charlando sobre ellas.... y del Gobierno. Un saludo. Sigo tu página y me felicito por haberla encontrado.