jueves, 4 de diciembre de 2008

Siguiendo a Savater

"La única función del amor es la de ayudarnos a soportar esas tardes dominicales, crueles e inconmensurables, que nos hieren para el resto de la semana-y para toda la eternidad-"
De Breviario de Podredumbre, por Emile Ciorán.

Vaya por delante que Emile Ciorán es un filósofo que adoro, cuyo pensamiento admiro y de su lectura siempre disfruto. Este fragmento que entresaco azarosamente de una de sus obras es una de las múltiples muestras de su visión escéptica acerca de los problemas que acucian al hombre, "aciaga" dice él. Definición de la función del amor que queremos ver como exagerada, desoladora, fruto de un punto de vista pesimista de la vida. "Si en la jerarquía de las mentiras la vida ocupa el primer puesto, el amor le sucede inmediatamente, mentira en la mentira. Expresión de nuestra posición híbrida, se rodea de una atractivo de beatitudes y de tormentos gracias a los cuales encontramos en otro un sustituto a nosotros mismos" Añade. Desoladoras palabras si, pero hay que decirlas. Valientes palabras que nos dejan al descubierto las entrañas de nuestro ser. Desde la amargura cínica de Cioran hasta la ternura idílica de Walt Disney, pasando por las sugerencias embriagadoras de "Las mil y una noches", todo es amor, lo que importa es la conciencia que tengamos de ello. La conciencia de su inestabilidad. Fernando Savater, filósofo irónico y pesimista, (dos de sus muchas virtudes), realizó en sus tesis doctoral un "Ensayo sobre Ciorán" en el que considera su lectura como un "correctivo y un estímulo necesario para quien sueñe realmente con una función diferente de la sabiduría". Fué un apasionado de Ciorán, lo que no le impidió ser un ejemplo de permanencia en la lucha por la necesidad de la educación del carácter, de la educación en todos los ámbitos desde el familiar al escolar o social, que virtió en sus muchas obras sobre el tema.

Estábamos hablando de la posibilidad de educar, de la posibilidad de educar para el amor, de la posibilidad de educar a través de la razón ¿porque qué otra forma si no? Cabe que nos preguntemos que cosa es la razón, tal como querría Aristóteles, sí, preguntarnos porque aquello que nos resulta más conocido, finalmente, no lo es tanto. Según la definición del diccionario Razón: es la facultad de discurrir, acto de discurrir el entendimiento. Por tanto es una facultad que tenemos, asegurada, por el hecho de ser humanos y una facultad que se corresponde con el entendimiento. Sin meternos ni siquiera en mínimas disquisiciones filosóficas que conceden a la razón la capacidad para deducir, inducir, contradecir, hallar coherencias, etc. ya de todos conocidas, me atrevería a decir que actualmente convocamos el concepto "razón"con un cierto carácter nostálgico, útópico y pudiera haberse convertido más bien en algo a lo que le estaríamos siempre dando esquinazo. Pero por eso mismo, me gusta hablar de ella. Como de todo deseo. Como un lugar (u-topos), al que conducirnos, una perspectiva en el horizonte del paisaje al que poder llegar. Un estado de lucidez, en el que seamos capaces de, aún intermitentemente, discurrir con claridad, despejando las nieblas del hechizo y el delirio de cuando en cuando. La condición esencial de la lucidez es para Ciorán el desgarramiento, no es la conciencia, sino la conciencia de la conciencia.

Bajemos del Olimpo y observemos algunas razones (motivos) para perseguir la utopía sin una nueva tregua, conscientes de la conciencia (efímera) de la sociedad actual que conformamos todos: ¿por qué aumenta el número de embarazos en jóvenes? de abortos? de muertes en la carretera? por qué no se fabrican coches que no alcancen velocidades no permitidas? por qué se pegan, se hieren los que se aman? por qué no se suicida el asesino antes de matar? por qué hipotecamos nuestras vidas por unas paredes y un techo? por qué tememos la muerte? y si es así, por qué fumamos, comemos, bebemos, en exceso, cuando nos advierten de los peligros? Continuemos la lista, se nos ocurrirán cientos de cosas. Todas formarán conciencia de la conciencia. Esdedesear.

1 comentario:

Antía dijo...

¿Haga su comentario? A riesgo de convertirme en la "madre de la artista": Me quedo sin palabras con cada una de tus entradas...