martes, 12 de mayo de 2009

Phármakos y kátharsis (1)

"El problema que siempre me ha interesado, como he señalado al principio, es el problema de las relaciones existentes entre sujeto y verdad:¿Como entra el sujeto a formar parte de una determinada interpretación, representación, de verdad? La primera cuestión que me he planteado ha sido: ¿Como ha sido posible que la locura haya sido problematizada, a partir de un momento preciso y tras toda una serie de procesos, en tanto que enfermedad, respondiendo a un tipo determinado de medicina? ¿Qué lugar se le ha asignado al sujeto loco en ese juego de verdad definido por un saber o un modelo médico? ...no era simplemente recurriendo a la ideología como se podía dar cuenta de ese fenómeno. Existían, de hecho prácticas. y muy especialmente esa importante práctica del internamiento que se había desarrollado desde comienzos del siglo XVII y que había sido la condición para la inserción del sujeto loco en este tipo de juego de verdad-que me reenviaban mucho más al problema de las instituciones de poder que al problema de la ideología. Y fue de este modo como tuve que plantear el problema de las relaciones poder/saber, un problema que no es para mí el fundamental, sino más bien un instrumento que me permite analizar, de la forma que me parece más precisa, el problema de las relaciones existentes entre sujeto y juegos de verdad."
De entrevista Michel Foucault en Revista Concordia nº6, 1984. Incluída en "Hermenéutica del sujeto" por Michel Foucault. Ed. La piqueta.

"Aunque los conceptos de la cultura, (como los del psicoanálisis) son abstractos, de hecho están muy relacionados con las preocupaciones personales más profundas del individuo. Aluden a asuntos tan íntimos que pasan a menudo a ignorarse en el mismo momento en que la gente empieza a comprender sus implicaciones... La mayor parte de las dificultades que unas personas tienen con otras pueden achacarse a distorsiones de la comunicación. La buena voluntad, en la en la que tanto se confía para resolver los problemas, muchas veces se derrocha innecesariamente ya que no se consigue comprender lo que se está comunicando.
Al ampliar su conocimiento de las fuerzas que constituyen y controlan su vida, la persona de tipo medio puede lograr para siempre dejar de vivir atrapada por el poder de un comportamiento que está dominado por las pautas de las que no es consciente."
De "El lenguaje silencioso" Por Edward T.Hall

He escogido estos dos fragmentos, del filósofo Foucault y del antropólogo Hall, que me sirven para situar dos de los intereses fundamentales de la trayectoria profesional y personal (modelo masculino "real" en este caso, aunque también de la vida literaria como diré más adelante) de Carlos Castilla del Pino, neurólogo, psiquiatra y ensayista, que concedió al análisis del lenguaje un lugar fundamental en sus investigaciones lo que, a mi juicio, junto con su carácter luchador que no se arredró ante las cirscunstancias demodelodoras personales, profesionales, ideológicas, políticas y sociales que le acompañaron en su vida, contribuyó a una nueva forma de psiquiatría en este país y a una concepción diferente, liberadora, de los problemas mentales, consiguiendo que se les restituyera el carácter de normalidad. En definitiva contribuyó a establecer nuevas relaciones entre saber y poder, y sujeto y verdad, como indicaba Foucault, en una hermenéutica desmitificadora ilustrada por el psicoanálisis freudiano.

En su despacho cuelgan los retratos de Ramón y Cajal y Freud: "Freud no renunció al biologismo en el desarrollo de su vida intelectual. Los términos de la mente podían ser enfocados o desde un punto de vista neurofisiológico o estrictamente fenoménico". Todo ello y mucho, muchísimo más, queda reflejado en la generosidad de esas dos obras autobiográficas de lectura apasionante que son "Pretérito imperfecto" y "Casa del Olivo", que no sólo nos transmiten su enorme y atractiva personalidad sino que iluminan profusamente una parte de la historia de España, con una prosa inteligente, sencilla, natural, cálida, y un contenido intelectual ambicioso y entusiasta positividad que te contagia. Ambos son ese tipo de libros que no quieres que se acaben y él es ese tipo de modelo que quieres reproducir porque esdedesear.

P.D. Traigo aquí esta entrevista, en tres incómodos plazos, que le hizo Baltasar Magro en su fantástico programa desaparecido "De Cerca"`, por si os interesan.

http://www.youtube.com/watch?v=97C5N_WT42o&feature=channel_page
http://www.youtube.com/watch?v=Ex9D5tDg70o&feature=channel
http://www.youtube.com/watch?v=I0LYvgkp_Co&feature=channel

7 comentarios:

Josefina dijo...

Todos los temas que expones y propones en tu blog, Conchita, me causan una fascinación que me hace buscar en mi capacidad de curiosa expectación todo lo que desconozco y que, de algún modo, me interesa sobremanera... A veces, no comento por prudencia y por "ignorancia" y por "pudor"... He aquí que voy escuchando las entrevistas que nos brindas, (me falta la tercera) y, de pronto, me bajo por Internet el preámbulo de "La incomunicación" del mismo autor.
Ya no se, Conchita, si comento, escribo porque quiero comunicar algo de mi, o estoy buscando las palabras más adecuadas para hacerlo: esta es la reacción al inicio de la lectura de lo que expresa en los primeros párrafos y que me ha impactado enormamente; me ha parecido que me miraba en un espejo, lamentablemente, porque quisiera todo lo contrario, pero no funciona... dada mi frustración interna, no me queda más que agradecerte muy sinceramente que me hayas lanzado e incitado a buscar fuera y dentro de mi...

Esdedesear dijo...

Josefina, supongo que el deseo de escribir responde a muchas cosas inconscientes y muy poquitas conscientes, como todo en general, entre esas poquitas estaba el humilde deseo de compartir con alguien esas cosas que te causan admiración, inquietud, curiosidad, interés en definitiva. No sabes cuánto me alegra, por tanto, compartir contigo mis intereses,nunca pude imaginar esta satisfacción. Al fin y al cabo una forma de romper la incomunicación ¿no? yo comento mis cosas y tu las tuyas, todos salimos ganando en este diálogo. Te agradezco mucho tus palabras, la fascinación que te causa lo que escribo solo responde a lo que se evidencia que tu ya llevas dentro. Me alegro de servirte de semblante.

pfp dijo...

hace tiempo leí una entrevista de Castilla del Pino,(bastante más dura que ésta que nos has colgado) me impactó, como no, tuve el propósito inmediato de comprar su biografía pero se me ha pasado no sé cómo.
Te agradezco el recordatorio Conchita, y tú excelente post.
Besos

Barbebleue dijo...

Precisamente esta madrugada ha fallecido Castilla del Pino. Mi homenaje y admiración con una de sus frases:

"Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles."

Esdedesear dijo...

Efectivamente Barbebleue, fué un giro decisivo que un psquiatra apasionado de su profesión diera importancia a los sentimientos como instrumento y brújula frente al imperio de lo racional. Impresiona ver como su relegación de la institución académica no impidió que su doctrina tomase cuerpo en la sociedad. ¡Ah! Las convicciones que gran fuerza tienen.
Cuando me enteré de la noticia de su muerte iniciaba un viaje, me agrada pensar que estábamos compartiendo el sentimiento de esta pérdida. Por cierto hoy también la de Benedetti. Gracias Pilar y Barbe.

Antía dijo...

“Pretérita perfecta apasionante”, así debería haber juzgado su vida Carlos Castilla del Pino, y temo que así lo debió de sentir en sus reflexiones más íntimas, estoy segura de que a un hombre de su inteligencia no se le escapaba la importancia de lo que él vivió, sintió, pensó, trabajó y aportó.
Una muestra de su calidez:

“No me he sumergido en mi memoria; he traído los recuerdos a "mí", es decir, al Yo de este momento, el que ahora me siento ser, como si fuera posible decir, “he sido”, como si no fuera el mismo que en otros momentos fui(…)”

Esdedesear dijo...

Antía me encanta ese párrafo que nos traes de la autobiografía de Castilla del Pino que deja constancia de una de sus convicciones, la de que el hombre se percibe a sí mismo en evolución, efectivamente eso ya da cuenta de su inteligencia.
Sé que compartimos el gusto por la lectura de la apasionante "Pretérito Imperfecto"Un beso