12 noviembre

VIAJES Y VIAJES

"Todas nuestras actividades están ligadas a la idea del viaje.Y a mí me gusta pensar que nuestro cerebro tiene un sistema de información que nos da las órdenes necesarias para el camino, y que ahí radica el resorte de nuestra inquietud. Hace muchísimo tiempo, el hombre descubrió que podía divulgar toda esta información de golpe, manipulando la química de su cerebro. Podía salir volando en un viaje ilusorio o en un ascenso imaginario. Por ese motivo los pobladores de los asentamientos identificaron a Dios con el vino, con el hachís o con el hongo alucinógeno; pero los verdaderos vagabundos raramente fueron presa de esta ilusión. Las drogas son vehículos para gente que ha olvidado cómo se camina.Los viajes reales son más eficaces, económicos e instructivos que los ficticios. Deberíamos seguir las huellas de Hesíodo..."
De "Anatomía de la inquietud. La alternativa nómada.".Bruce Chatwin

¿Quién no siente una mezcla de curiosidad y fascinación por los pueblos nómadas? Podría ser que de un ancestro común, anterior a la adquisición de nuestra actual doméstica y sedentaria forma de vida, derivase nuestra compulsividad al viaje.Casi todos sentimos esa necesidad de errar pero también la necesidad de regresar. Y lo que es peor, (o mejor, no se sabe) con la misma intensidad. Según Bruce Chatwin nos movemos entre dos tendencias, la de vagabundear, debido a la herencia genética de los primates vegetarianos y la de tener una base, una cueva, una guarida, desde que nos hicimos carnívoros. El caso es que a ese imperativo en el que nos movemos le hemos dado varias soluciones buscando satisfacer las energías que nos impulsan. El viajar real en sus diferentes formas y medios, haciendo el camino. El viajar con la mente ayudado por algún estímulo (si no sabes o no quieres caminar) que se tenga a mano. O viajar con la imaginación, por ejemplo leyendo los viajes de otros. Bruce Chatwin contó sus viajes y es una delicia recrearse en ellos.